Una empresa privada gestionará una nueva incineradora en el Sur
La planta, todavía sin ubicación, no empezará a funcionar antes de 2014
El Plan de Residuos Urbanos que prepara la Xunta estipula la construcción de una segunda planta de incineración en el sur de Galicia que deberá entrar en funcionamiento en el periodo 2014-2017. Será una planta que seguirá el estilo de la actual de Sogama, situada en el ayuntamiento coruñés de Cerceda, con una capacidad similar, pero que tendrá otro modelo de gestión, completamente privado. La Xunta sacará a concurso público la construcción y explotación de la planta, que tendrá un coste de 230 millones de euros.
La valorización de los residuos se completará con ocho plantas de compostaje repartidas por toda la comunidad, que seguirán el mismo sistema de gestión. Medio Ambiente defiende que la concesión, que la Xunta ya ha usado en casos como el del futuro hospital de Vigo, estaba también prevista en el plan que preparó el Gobierno bipartito. Hasta el horizonte de 2017, la Xunta plantea una inversión de 509 millones de euros en materia de residuos de los que 417 se destinarán a las nuevas plantas. Pero será la iniciativa privada la que aporte prácticamente todo el presupuesto: 410 millones frente siete que pondrá la Xunta.
Medio Ambiente prevé la creación de ocho plantas de compostaje
El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, presentó ayer ante el consultivo Consello Galego de Medio Ambiente (Cogama) las líneas del plan que comenzará su periodo de exposición pública la próxima semana. No será hasta que ya esté aprobado cuando la Xunta abordará la espinosa decisión sobre el ayuntamiento donde se construirá la incineradora. Aunque desde que se presentó el documento inicial del plan suenan municipios de Ourense para albergar la planta, en su exposición ante el Cogama Hernández no descartó que se pueda ubicar en Pontevedra. El complejo del Sur contará con una planta de compostaje y otra de reciclaje de envases ligeros.
La planificación de la Xunta pospone la construcción de la planta a una segunda fase a pesar de la saturación que sufre Sogama. Sólo se incinera la mitad de los residuos que llegan a Cerceda y el vertedero de Areosa, adonde va a parar el resto de los desperdicios, está al límite. La Xunta le daba nueve meses de vida el pasado mes de agosto, pero ahora confía en que las actuaciones de ampliación que tiene previstas tengan la suficiente capacidad para aguantar los, al menos, cuatro años que tardará en entrar en funcionamiento la incineradora del Sur.
En el Cogama, Hernández se encontró con la oposición de los grupos ecologistas, que insistieron en que "las cifras demuestran el fracaso del modelo Sogama". Fins Eirexas, de Adega, comparó el compostaje que se hace en una planta de ese tipo, un 8,1%, con el de un vertedero, que situó en el 7,9%. Frente a este modelo, apuestan por el de la planta de Lousame que presenta "las mejores ratios de recuperación y reciclaje" a través del compostaje.
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