El ex alcalde marbellí usa otra vez a Gil como escudo
La Fiscalía Anticorrupción atacó ayer a Julián Muñoz por partida doble. El mismo día en que Juan Carlos López Caballero pidió para él siete años y medio de cárcel por blanqueo y cohecho por el caso Pantoja, el ex alcalde marbellí se sometió al interrogatorio del fiscal Francisco Jiménez Villarejo, esta vez por el caso Minutas. El cuestionario del fiscal fue tan minucioso como el que sufrió el abogado y presidente del Sevilla, José María del Nido, en las diez jornadas anteriores de la vista oral. Y la estrategia defensiva de Muñoz se ciñó al guión de todos los juicios a los que se ha enfrentado hasta la fecha: cargar la responsabilidad en el fallecido alcalde marbellí Jesús Gil.
El fiscal recordó cómo Muñoz, en su etapa de alcalde accidental, firmó todos los decretos que le correspondía rubricar a Gil, una irregularidad administrativa de la que aseguró no haber sido advertido. A la pregunta de si no le extrañaba que estando el alcalde Gil en su despacho particular del Club Financiero Inmobiliario, aquel no firmara nada, respondió: "Entendí que todo eran actos de buena fe, lo cual luego se demostró incierto". Jiménez Villarejo no se conformó con la respuesta: "¿Cómo puede pensar que había buena fe si Gil acababa de entrar en prisión por el caso Camisetas?". La contestación fue de manual: "Por entonces, en el año 1999, tenía confianza ciega en Jesús Gil". Muñoz se enfrenta a una petición del fiscal de 16 años y medio de prisión en esta causa.
Prácticamente no hubo una respuesta de Muñoz en la que no apareciera el nombre de Gil. "Él lo ordenaba, lo mandaba y lo controlaba todo incluso cuando estaba inhabilitado", aseguró el ex alcalde marbellí.
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