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La economía china gana impulso y crece un 11,9% en el primer trimestre

El ritmo es el mayor en casi tres años gracias a la inversión y el consumo

La economía china continúa dando muestras de robustez. El PIB del país asiático creció un inesperado 11,9% en el primer trimestre del año, tras haberlo hecho un 10,7% en el último de 2009, según informó ayer la Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata del mayor ritmo de aumento en casi tres años. La fuerte actividad pone de relieve los riesgos de sobrecalentamiento en China, cuya economía se prevé sobrepase a Japón como segunda del mundo en 2010. La inflación, sin embargo, se mantuvo a niveles bajos.

El alza del PIB se explica por la baja base de comparación del primer trimestre de 2009 y el efecto de los planes de estímulo del Gobierno para hacer frente a la crisis global. La inversión contribuyó 6,9 puntos porcentuales al crecimiento de la economía, y el consumo aportó 6,2 puntos, mientras que las exportaciones netas dedujeron 1,2 puntos, ya que, si bien las ventas en el exterior rebotaron, las importaciones subieron a mayor ritmo. Las inversiones urbanas en activos fijos aumentaron un 26,4% en el trimestre.

El Gobierno dice que la situación es todavía compleja y dejará los estímulos

Li Xiaochao, portavoz del departamento estadístico, advirtió de que "la situación económica actual es todavía extremadamente compleja, y que aún hay muchos problemas por delante en el proceso de recuperación". Li dijo que el Gobierno mantendrá las políticas de estímulo, pero serán "más flexibles y las redireccionará, según la situación".

La evolución del índice de precios complica el debate en Pekín sobre el momento más adecuado para subir los tipos de interés, que fueron recortados en 2008 para luchar contra la crisis. La clave en China, desde hace años, es lograr el difícil equilibrio entre, por un lado, una economía que crezca sin cesar para dar trabajo a la población y continuar el proceso de desarrollo, y, por otro, evitar que se disparen los precios. Para enfriar el mercado inmobiliario, Pekín anunció que exigirá una entrada mayor para la compra de vivienda y dijo que estudiará nuevos impuestos sobre la venta de propiedades.

El fuerte ascenso del PIB hace esperar a algunos economistas que Pekín se decida a dejar apreciar su moneda -el yuan o renminbi-, que, según Estados Unidos, está artificialmente infravalorada, en beneficio de las empresas exportadoras chinas.

Algunos analistas occidentales aseguran que la estabilidad del yuan ha contribuido a la recuperación de la economía mundial, pero que, con un PIB creciendo casi al 12%, puede haber llegado el momento de liberar el anclaje del yuan al dólar.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha comprometido a presionar para acabar con los sistemas que infravaloran sus divisas, aunque en las últimas semanas ha bajado el tono, probablemente para permitir a los líderes chinos actuar sin que parezca que lo hacen por la presión extranjera. En cualquier caso, los expertos coinciden en que, cuando comience la apreciación del yuan, esta será muy gradual.

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