Apagón en el coloso alicantino

Apagón en el coloso de Alicante. El apartotel Riscal, el edificio más alto de la ciudad, se quedó a oscuras en la tarde de ayer a consecuencia de un incendio registrado en un cuadro eléctrico, en los sótanos del inmueble, de 31 plantas y 442 viviendas. Las primeras cinco alturas acogen un hotel de 40 habitaciones. "Sin ascensor y sin luz no podemos seguir aquí. Me voy a dormir con mi familia", comentó Paquita (82 años), propietaria de uno los estudios, en la planta 27.

La dirección del complejo preveía restablecer, al menos el servicio del ascensor, antes de la media noche. "Aunque seguiremos sin luz al menos dos días", señaló Asunción Cutillas, recepcionista del hotel. "Esto es un alucine, ayer [el lunes para el lector] ya estuvimos tres horas sin luz", añadió Rosa, una mujer que reside en otro de los apartamentos.

"He bajado 28 plantas. Subirlas será otra cosa", dice un vecino

Los propietarios culpan a la firma del bingo del incendio

Las primeras víctimas del siniestro fueron tres operarios. Uno de ellos, de 40 años, sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo y está ingresado en la UCI del Hospital General de Alicante; el segundo, de 46 años, sufrió quemaduras entre el 40% y el 60% y está en la unidad de quemados; y el tercero, de 46 años tiene quemaduras en las manos. Hubo una cuarta herida: Una mujer que sufrió un ataque de ansiedad, que no fue hospitalizada.

El siniestro se registró al filo de las 15.30 horas. En ese momento, dos operarios de una empresa eléctrica con la ayuda de una tercera persona (empleada de un bingo que se ubica en los bajos del inmueble) se dispusieron a reparar una avería en el cuadro eléctrico del local. Según los primeros datos de la investigación, uno de los operarios manipuló un cable de alta tensión, que originó una potente descarga. La explosión derivó en un incendio que fue sofocado por los bomberos nada más llegar al lugar del siniestro.

A la espera de los resultados definitivos de la investigación, el director del hotel y presidente de la comunidad de propietarios del apartotel, Juan Carlos Curt, apuntó a la iniciativa de la empresa bingo para restablecer la luz en el local como la causante del accidente. "La avería estaba claramente delimitada y había carteles informativos en todo el edificio avisando de que mañana [hoy para lector] se iba a reparar", señaló. "Pero el bingo ha contratado a otra firma y ha decidido acometer la reparación por su cuenta", añadió.

La incógnita sobre la duración del apagón iba haciendo mella entre los residentes en el bloque. "Estaba en la habitación, y no me enterado del incendio. He bajado las 28 plantas a pie. Subirlas será otra cosa", señaló Alkader. "Haremos gimnasia", replicó tirando de humor Carmen, otra inquilina.