Un bólido salido del ordenador
Para ahorrar costes, Virgin es la única escudería de F-1 que no ha usado el túnel de viento
No es lo habitual. Y tal vez tampoco sea lo mejor. Pero al equipo Virgin Racing no le quedaba otra opción. Desde que el proyecto obtuvo en junio pasado el visto bueno de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para incorporarse a la parrilla de 2010, los propietarios del equipo concedieron la responsabilidad del diseño de su monoplaza al ingeniero Nick Wirth, que desde hace algunos años estaba trabajando en las Series Le Mans, norteamericanas, con el prototipo Acura de Honda. Su decisión tenía un sentido. El presupuesto de Virgin (antes Manor) no superaba los 40 millones de euros y, en consecuencia, había que ser muy creativos e imaginativos para no sobrepasarlo. Y Wirth lo ha sido: ha creado un monoplaza por ordenador, sin haber pasado ni una sola vez por el túnel de viento. Algo insólito en la fórmuna 1.
"Si logramos que este coche sea competitivo, como esperamos, pondremos en cuestión la efectividad de las grandes inversiones que realizan algunos equipos", comentó Wirth en la revista F-1 Racing. Y su experiencia le dice que no es nada descabellado pensar en ello. Wirth es un hombre con peso en la fórmula 1. Trabajó en March como diseñador y luego fue propietario del proyecto Simtek y trabajó también para Benetton. Y cuando concluyó con todo ello se fue a Estados Unidos y aceptó un contrato de Honda para el desarrollo del prototipo de Acura. Allí descubrió que, si utilizaba el túnel de viento, todo el presupuesto se le fundía entre las manos antes de poder desarrollar el coche. Por eso inventó el programa DCF (Dinámica Computacional de Fluidos) en el ordenador y encontró las soluciones que buscaba con una cuarta parte de la inversión.
El planteamiento crea dificultades, tal como explica el ex ingeniero Gary Andersson: "El túnel de viento es como un Lego, puedes ir cambiando pieza por pieza y haciendo probaturas. En cambio, el DCF es como un rompecabezas. En cada experimento debes cambiar todo el puzzle". Algunos equipos utilizan ya programas especiales de diseño aerodinámico para hallar soluciones, pero siempre combinadas con la experiencia del túnel de viento. Sauber y Renault compraron grandes ordenadores para completar su trabajo aerodinámico. Y les dio resultado. Pero la inversión en el túnel sigue siendo enorme. En F-2, Williams diseñó el coche con el que Andy Soucek ganó el campeonato sólo con el ordenador, pero la complicación era todavía mucho menor.
Wirth está siendo un innovador en la fórmula 1. Pero, por el momento, el resultado que ha obtenido le sitúa en la cola del pelotón. Virgin se disputa el farolillo rojo con otro de los cuatro nuevos equipos, Lotus. Pero, al menos, ellos están en los entrenamientos. Los otros dos, Campos Meta y US F1, aún no han debutado. Ayer, en Montmeló, Timo Glock quedó relegado al último puesto, a 5,6 segundos de Nico Rosberg (Mercedes), que hizo el mejor tiempo cuando la pista todavía estaba seca. Después la lluvia no ayudó a nadie. Y mucho menos a Virgin, cuyo propietario, Richard Branson, se presentó y respondió a las críticas de Luca di Montezemolo, dueño de Ferrari. "Nos ha puesto muchas trabas", indicó en referencia a que no aceptó el límite presupuestario; "pero demostraremos que somos competitivos con un presupuesto diez veces menor que el suyo".
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