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El Palau encomienda a Miquel Roca la refundación del Orfeó

La asamblea aprueba por unanimidad la exclusión como socio de Fèlix Millet

La primera piedra para el cambio de rumbo del Orfeó Català y, consecuentemente, el Palau de la Música, auditorio del que es propietario, tras las máculas que ha dejado el expolio de Fèlix Millet se puso ayer con la primera asamblea general tras hacerse público el desfalco. Entre los acuerdos tomados destacan dos, uno ejecutivo y otro de tremenda carga simbólica. Al primero corresponde la aprobación (por mayoría) de una comisión estatutaria que, en el periodo máximo de tres meses, deberá presentar una propuesta de modificación de los estatutos actuales. Cinco miembros de la junta directiva serán los encargados de llevarlo a cabo: Antoni Dalmau, Carlos Cuatrecasas, Assumpta Terrés, Jaume Padrós y Miquel Roca, padre de la Constitución y que presidirá esa comisión.

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Por otro lado, la carga sentimental: la aprobación, por unanimidad, de la exclusión de Fèlix Millet como socio del Orfeó Català "por falta muy grave" (según reza el artículo 21 de los actuales estatutos del Orfeó). Es un camino que seguirán "todos aquellos socios que sean imputados en el procedimiento penal o se encuentren relacionados con los actos de deslealtad contra el Orfeó Català".

Ante la presencia de unos 200 asociados -el triple de los que solían acudir en las asambleas anteriores, pero menos del 10% del total, 1.150, si bien, eso sí, empezaron entonando excepcionalmente el Cant de la Senyera-, se decidió que la comisión estatutaria presentara su propuesta en un plazo máximo de tres meses. No es mucho tiempo si se atiende a los ambiciosos objetivos que los nuevos rectores se han planteado: por un lado, adaptar los estatutos al Código Civil catalán en lo que hace referencia a las personas jurídicas; por otro, revisar toda la estructura, composición y funcionamiento de los órganos de gobierno y gestión de la asociación destinados a "instaurar mecanismos de limitación y transparencia en su gestión y gobierno".

"Con la revisión de estatutos pretendemos que los socios decidan cómo quieren que sea el Orfeó; devolverles la soberanía perdida", afirmó Roca.

Asimismo, se acordó solicitar la declaración de utilidad pública del Orfeó. Con ello se busca obtener ventajas fiscales para los patrocinadores, que podrían aumentar hasta el 35% las exenciones fiscales.

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