El PP se retracta de sus excesos para frenar la crisis en las Cortes
Maluenda anula la expulsión de Luna y Cotino pide perdón en público a Oltra"Si el objetivo es que algunos nos callemos, no van a conseguirlo", dice Oltra
Los populares valencianos tuvieron que hacer ayer acto de contricción en el Parlamento para frenar la grave crisis desatada el día anterior. Una crisis provocada por la decisión del presidente en funciones de las Cortes, el popular Rafael Maluenda, de expulsar al portavoz socialista, Ángel Luna, cuando intentaba elevar una protesta.
La expulsión de Luna -que llevó a los tres grupos de la oposición a abandonar el hemiciclo- estuvo precedida por el insulto del vicepresidente tercero de la Generalitat, Juan Cotino, a la diputada de Compromís Mònica Oltra -de la que dijo que probablemente desconocía quién era su padre-, y de una bronca a la presidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez por su parcialidad al conceder un turno de alusiones a Rita Barberá y no al resto.
La oposición (PSPV, Compromís y Esquerra Unida) amenazó en la noche del miércoles con no regresar al hemiciclo si no se levantaba la sanción a Luna.
Así, la sesión parlamentaria de control al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se inició ayer con retraso para perfilar la escenografía y recomponer la imagen del Parlamento. A primera hora de la mañana, Milagrosa Martínez propuso a los portavoces del PSPV, de Compromís y de EU que entrasen en el hemiciclo; que una declaración genérica sobre las formas parlamentarias permitiría levantar la expulsión a Luna y que el vicepresidente Cotino estaba dispuesto a retractarse de sus palabras. Luna advirtió que si se sentaba en su escaño no se levantaría. La presidenta aceptó y todos ocuparon sus escaños. En un despacho, el portavoz del PP y consejero, Rafael Blasco, que había muñido la fórmula para coser el roto la noche anterior, daba las últimas órdenes a los portavoces adjuntos. Y mientras, un Camps incómodo esperaba de pie en el pasillo del hemiciclo el inicio de la función.
Cuando apareció el presidente en funciones de la Mesa de las Cortes, Rafael Maluenda, arrancó el primer acto. Primero anunció que los portavoces se habían comprometido "a recomendar que el respeto en la Cámara sea mejor del que ha existido hasta ahora". "En función de eso", dijo Maluenda, "he reconsiderado mi decisión de expulsar al portavoz socialista y retirar la sanción".
Luego, Cotino, que antes de iniciarse la sesión se había acercado a la diputada de Compromís para pedirle disculpas en privado por el insulto del día anterior, solicitó la palabra. Desde su escaño, el vicepresidente social de la Generalitat pidió disculpas ante el micrófono para que así constase en el diario de sesiones.
Una vez recuperada la compostura institucional, la presidenta de las Cortes sustituyó a Maluenda e inició la sesión de control a Camps.La sesión de control entre el presidente de la Generalitat y el portavoz socialista fue, en la forma, más suave que otras anteriores. El contenido, en cambio, estuvo cargado de igual o superior tensión.
Así, el portavoz socialista, Ángel Luna, advirtió a Camps que su grupo no pensaba cambiar los principios por un buen clima institucional. "Buscamos normalidad institucional, pero ésta no se puede romper cuando la minoría recurre a los juzgados", dijo Luna, que el día anterior anunció que se personará como acusación particular en el Tribunal Superior de Madrid que instruye el caso Gürtel. El diputado acusó a Camps de "haber llegado demasiado lejos". "Es su búsqueda de impunidad lo que está rompiendo la normalidad institucional", sentenció Luna, que acusó al presidente de opacidad, de perseguir a quienes preguntan y de intentar aislarlos socialmente. "Ocultar, castigar y aislar", prosiguió el portavoz socialista, "tres pasos que recuerdan a situaciones de la Sicilia profunda de Leonardo Sciascia o de Calabria".
Camps acusó al socialista de vivir en "la autoexclusión constante y la marginación política". "La democracia ha puesto al PP a gobernar y al Partido Socialista en la oposición", continuó Camps, "y dentro de unos meses su discurso de autoexclusión y crispación hará que tenga menos votos que nunca el partido al que usted de mala gana representa".
"Prefiero las frases sencillas que las gruesas que generan autoexclusión", remachó el jefe del Consell, que acusó a los socialistas de tener "un grupo desarticulado y mal orientado por un portavoz que nunca ha estado a la altura de esta Cámara".
Luna no se achantó y le recordó a Camps que nunca responde a las preguntas y que él sigue esperando la información solicitada acerca de las empresas de la familia del vicepresidente Juan Cotino. También le instó a responder si sigue avalando a un director general de Ràdio Televisió Valenciana, José López Jaraba, que ha sido elegido por un mecanismo que el Tribunal Superior de Justicia ha declarado ilegal. Y añadió: "La semana pasada le reté a un debate de política económica y sigo esperando su respuesta".
Camps, sin mirar a Luna ni responder a sus preguntas, se dirigió en la réplica a su propio grupo parlamentario y afirmó: "Queridos compañeros del PP, la palabra retar nunca se debe utilizar en política. Esta es la diferencia entre nosotros y ese señor. Yo prefiero hablar, pactar, negociar".
El cruce de cuchillos lo paró el portavoz de Compromís, Enric Morera, que en su turno preguntó a Camps sobre la autopista AP-7 mientras el jefe del Consell y los suyos hacían aflorar las sonrisas. El final de la sesión de control no sirvió para rebajar la tensión, aunque en la bancada popular la sensación era de alivio por haber reconducido la crisis parlamentaria.
En los pasillos, como hizo antes en el hemiciclo, la portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, aceptó las disculpas del vicepresidente tercero, Juan Cotino, aunque le instó a disculparse también ante los ciudadanos "por haber devaluado las instituciones valencianas".
"Si hechos como los del miércoles tienen como objetivo que algunos nos callemos no van a conseguirlo porque nadie me va a amordazar ni va a conseguir que nos autocensuremos", prosiguió Oltra, "seguiré luchando para poder ejercer con libertad en las Cortes el derecho democrático de controlar al Consell".
Lo dicho por Cotino
- El insulto del miércoles a la diputada Mònica Oltra, que preguntaba sobre las empresas de la familia de Cotino: "Tendría vergüenza, si fuera padre, de tener una hija como ésta, pero como probablemente ella no lo conozca...".
- La disculpa del jueves: "Pido la palabra para pedir excusas y perdón a la diputada Oltra por las palabras que pude decir ayer y que pudieran ser ofensivas".
- La respuesta de Oltra: acepto las disculpas pero nadie me va a amordazar
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