"Te quiero un huevo" en libro
Sergi Durà, escritor invidente, satiriza en 'Coincidencias' la crisis económica y las corruptelas de los políticos valencianos
Sergi Durà ve poco. Casi nada. Pero se entera de mucho. Y luego lo cuenta con un punto de ironía, mejor dicho, con grandes dosis de sarcasmo, en un libro en el que mezcla la crisis económica provocada por el boom del ladrillo con las corruptelas políticas del caso Gürtel, con el terrorismo y hasta con los toros. Durà, escritor invidente nacido en Valencia en 1973, acaba de publicar Coincidencias (Brosquil, 2009), su segundo libro tras Pistolas y rosas, que ganó en 2002 uno de los premios literarios Tiflos, un galardón menor de la ONCE, pero que "ninguna editorial ha querido publicar".
Durà recoge en su libro conversaciones telefónicas que no por míticas dejan de sorprender, como el "feliz Navidad, amiguito del alma", que le dirigió hace poco más de un año el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, a Álvaro Pérez, El Bigotes, según recoge el sumario del caso Gürtel, felicitación a la que el conseguidor de Orange Market le respondió "oye... que te sigo queriendo un huevo". Sin embargo, el escritor insiste en que la trama valenciana del caso de corrupción no es más que una parte de su novela y que el libro, protagonizado por Yisel Charboneau, "una mujer joven con falda corta, deseos sexuales y mente libre", tiene también "una trama con sexo, otra de crisis económica y hasta en una parte se habla de terrorismo".
"Me gustaría ser futbolista, que no viven mal", bromea Durà
"Lo único que puede hacer rica a la Comunidad es el trabajo"
Pero su resumen es también otro: "El libro lo que habla es de la realidad, no solo de Valencia, sino de toda España, nos habla de un pasado de esplendor y de que ahora vemos que nuestras posibilidades no son tan altas como creíamos". Y a pesar de la explosiva mezcla de la trama, el autor cree que es bastante realista: "Hay pasajes del libro que la gente me dice que son fantasiosos o rocambolescos, pero yo creo que por debajo de la trama queda la realidad sociopolítica que se nos ha vendido". Y lo aclara: "Si no hubiera explotado la crisis del ladrillo al final veríamos a Valencia convertida en la ciudad de las familias católicas y en la ciudad de los helicópteros", en referencia a las futuristas islas artificiales que algunos promotores pintaron frente a la playa de la Malva-rosa.
Durà, que compara su libro con una tarta de chocolate con naranja, ácida por dentro y dulce por fuera, cree que los lectores, seguramente, pasarán un buen rato, y que su libro, probablemente, también remueva alguna conciencia. "En la Comunidad Valenciana parece ser que a la gente nos gusta más tomar cervecitas en las terrazas y hablar solo de fallas y de fútbol, y dejamos para otros la gestión de nuestra política y de nuestros recursos".
Igualmente, cree que la gente tiene que dejar de creer que es bueno que alguien se haga rico en dos años. "Lo único que puede hacer rica a la Comunidad Valenciana es el trabajo, no la especulación, que nos ha llevado a la quiebra económica y a un montón de apartamentos sin vender".
Durà ve poco. Casi nada. Según una imagen ilustrativa de su capacidad visual incluida en su dossier promocional, la referencia que tiene del mundo el autor de Coincidencias debe ser tan útil como la que proporcionará un televisor analógico tras el apagón digital. Sin embargo, Durà se maneja con soltura tanto a pie de calle como en las sendas novelescas. Pese a ello, tiene vocación de vividor: "A mí me gustaría ser piloto, pero no lo seré nunca, y me gustaría ser aún más futbolista, que no viven mal y cuentan con el aplauso del público, y casarme con una modelo", añade entre risas. Para luego apuntar que su modelo, su referente, es Luciano de Samósata (125-181), el sabio griego, francotirador de la cultura, que escribió El bibliómano ignorante.
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