Marie Claire se queda a medias
El expediente de regulación de empleo presentado por la empresa aturde al interior de Castellón y parte de Teruel
Nacer mujer en Vilafranca era garantía de futuro. Desde que en 1907 se abrió la fábrica de medias, las mujeres eran quienes contaban con más opciones de encontrar trabajo. En los setenta, los responsables de la fábrica acudían a la escuela local, al aula de alumnas de 14 años, y, anualmente, apuntaban en una lista a todas aquellas "jovencitas" que quisieran trabajar en la ya entonces Marie Claire.
Ahora, la fábrica cuenta con 650 trabajadores en su sede de Vilafranca. Pero esta cifra se reducirá a poco más de medio millar si se aprueba el expediente de regulación de empleo (ERE) que acaba de presentar la empresa y que afectará a 225 trabajadores, tanto de la sede que tiene en Borriol como de la de Vilafranca. Para este pequeño pueblo del norte de Castellón, de apenas 2.500 de habitantes, la marcha de Marie Claire acompasa la de sus vecinos. No sólo de los vilafranquinos, sino los de Els Ports, El Maestrat y parte de Teruel. El anuncio del ERE ha puesto en alerta a casi una veintena de alcaldes que ayer se reunieron para reclamar la implicación de todas las administraciones en este símbolo industrial del interior.
Su gerente dice que la compañía funcionará si el consumo remonta
Los alcaldes de la zona quieren implicación pública
La iniciativa de abrir una fábrica de medias surgió de una mujer, Francisca Íñigo, esposa de Celestino Aznar, un tratante que utilizaba mulas y caballos para el transporte de mercancías. La señora Francisca le dijo a su esposo que quería ser "fabricanta", alentada por la buena marcha de un negocio de mantas que su hermana tenía en Cataluña. Celestino Aznar se decidió y montó la empresa, con 15 operarias, para la fabricación de medias, un producto muy ligero y, por tanto, barato de transportar y comercializar en lugares como Castilla y Galicia.
La empresa ha pasado, en los últimos diez años, por varios periodos críticos. Una crisis accionarial, otra económica y, finalmente, la de consumo. Pero la presentación de este ERE viene precedida de otro expediente, aprobado el año pasado, sobre 92 personas, con lo que trabajadores y vecinos cuestionan el futuro de Marie Claire. "La compañía es viable y funcionará si el consumo remonta", sentencia su gerente, Vicente Tejero.
La entrada de tres sociedades de capital riesgo y su posterior deseo de vender su participación provocaron la primera convulsión, en 2003. Dos años después, con 1.250 empleados, los movimientos mercantiles se calmaron cuando tres directivos decidieron quedarse el 67% de la sociedad, mientras que la familia Aznar mantenía su 33%.
Tras la crisis accionarial llegó la económica, 30 años después de que a la factoría de Vilafranca se sumara otra sede en Castellón al tiempo que la marca se daba a conocer con aquel "... un panty para cada mujer". Ahora, según fuentes de la factoría, con este ERE se da por "finalizado" el proceso de reestructuración.
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