El lince hereda tres millones
Una mujer lega 9 millones a tres entidades de defensa y conservación de animales
No se sabe casi nada de ella, salvo que murió con 60 años en octubre de 2008, era soltera, tenía un patrimonio de unos nueve millones de euros y amaba profundamente a los animales. La Junta de Andalucía ha decidido aceptar una herencia de unos tres millones de euros de una mujer que hizo testamento en una notaría de Canarias y legó la tercera parte de sus bienes a la conservación del lince ibérico en el Parque de Doñana (Huelva), gestionado por la comunidad autónoma. Las otras dos partes las ha donado a la Asociación Nacional Amigos de los Animales y a la Asociación para la Defensa del Borrico de Rute (Córdoba).
Por el momento, con los pocos datos que han trascendido, la historia de la benefactora de los animales tiene todos los ingredientes de un cuento. La mujer, nacida en 1948 y cuyas iniciales son S. V. L., dejó dispuesto que todos sus bienes, muebles e inmuebles, fueran subastados al mejor postor por los albaceas de la notaría donde hizo testamento. Una vez liquidados, los albaceas debían invertir lo obtenido en valores seguros y rentables hasta su entrega a los herederos por terceras partes iguales.
La recepción de la herencia debe tener el visto bueno del Consejo de Gobierno
Pero, según fuentes de la Junta andaluza, la cosa no queda ahí. Le siguen instrucciones precisas que, sin duda, condicionan y marcan la pauta de cómo se habrá de administrar el legado. Los herederos deben invertir a su vez lo recibido en valores y disponer únicamente al año para gastos corrientes de un 5% del importe. Si a cada uno le tocan unos tres millones de euros, esto significa que podrán gastar 150.000 euros por ejercicio. El testamento dice que si algunos de los elegidos no pudiera o quisiera heredar, acrecerá la parte de los demás.
En estos días la recepción debe ser avalada por el Consejo de Gobierno de la Junta andaluza.
El programa de actuaciones para la conservación del lince comenzó en 2000. El Parque de Doñana cuenta con el centro de cría en cautividad El Acebuche. La Asociación para la Defensa del Borrico (ADEBO), de la localidad cordobesa de Rute, se creó en 1989 para conservar las razas de burros españoles en extinción. Por su parte, la Asociación Nacional Amigos de Animales (ANAA) fue fundada en Madrid en 1992 para socorrer a los animales abandonados y maltratados.
Los motivos que llevaron a esta mujer a dejarlo todo concretamente a estas asociaciones son un misterio. Cabe recordar en su memoria la cita del escritor francés Anatole France: "Hasta que no hayas amado a un animal, parte de tu alma estará dormida".
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