El 50% de niños de Russafa no tiene plaza escolar pública
Han pasado ocho años desde que se colocara la primera "piedra virtual" del futuro colegio público de la calle de Puerto Rico, en el corazón del popular barrio de Russafa de Valencia. El déficit de plazas públicas -y concertadas, ante el cierre del colegio privado que había- ha dejado un saldo negativo para los escolares de la zona. "La mitad de los niños que alcanzan la edad escolar se quedan sin plaza en el centro público del barrio", denunció ayer en rueda de prensa Inma Bausset, la portavoz de la Plataforma per Russafa, que reclama instalaciones ajardinadas, deportivas y educativas para un barrio en el que la inmigración se funde desde hace años con viejos y nuevos vecinos.
La Plataforma calcula que hacen falta "más de mil plazas escolares". La etapa de Infantil es una de las más afectadas. "En 2007 nacieron 258 niños, pero como sólo hay 100 plazas, 158 se han quedado fuera", precisó.
Este déficit de servicios públicos escolares supone que los padres tienen que gastarse entre 250 y 350 euros al mes para transportarlos a centros de otros barrios donde sí hay plazas, con todo el "estrés" y duplicidad de recursos que genera para las familias.
"Clama al cielo", se lamentó Bausset, "que con la crisis actual, haya que buscarse la vida fuera del barrio y más de 300 euros llevando a los niños a Les Carlolines, por ejemplo, o los más de 200 que cuesta matricularlos en Campanar, Monteolivete o Benimaclet".
"En esta coyuntura económica, esta situación es angustiante", subrayó Bausset, que añadió que otra de las "consecuencias" es el "desarraigo de los niños fuera del barrio". Los niños se socializan en la escuela, a través de amigos del barrio con los que luego comparten otras actividades como las extraescolares o las fiestas o los cumpleaños, de manera que se les "secuestra la vida social" y el barrio de Russafa "también pierde, porque no se cohesiona" y no genera actividades comerciales en torno a estas necesidades educativas y extraescolares.
La Plataforma, confesó Bausset, recurrió ayer de forma "un tanto desesperada" a la portavoz socialista de Educación en las Cortes Valencianas, Ana Noguera, para que exija una respuesta parlamentaria al consejero del ramo, Alejandro Font de Mora.
Noguera ya registró el pasado 10 de febrero una serie de preguntas parlamentarias para que Font de Mora aclare si el proyecto está finalizado, qué número de unidades y perfil tendrá, cuándo se licitará y qué plazos de ejecución prevé la consejería para que entre en funcionamiento. Educación tiene un mes para responder.
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