Banega lanza al Chori Domínguez

Alejandro Chori Domínguez, atacante argentino del Valencia de 28 años, dejó tres pases de gol y un disparo en sus 20 minutos de presentación ayer en Mestalla. Una gozada. Pero por encima de los números dejó una elegancia en sus movimientos que hicieron frotarse las manos a los aficionados de Mestalla. Puede jugar en todas las posiciones de ataque, tanto de primer delantero como de segundo o en cualquiera de los interiores, lo que supone, por fin, un descanso para los delanteros valencianistas, tan exprimidos en la primera vuelta en la que Mata lo disputó todo menos un partido y acusó un cierto cansancio mental que se refleja en los remates, ayer muchos, que antes entraban y ahora chocan contra el portero.

Chori fue la mejor noticia para el Valencia porque la otra, el alto rendimiento de Ever Banega, ya era conocida. Es asombroso su parecido físico desde una perspectiva cenital, si bien su juego es muy diferente: Banega para arrancar la jugada con limpieza; Chori para desbordar y finalizarla. Entre los dos acabaron por derrotar a un Valladolid que estrenaba banquillo con Onésimo y deseos de tener más el balón. Pero fue muy blando en la primera parte y mejoró en la segunda con la entrada en el mediocentro de Pelé, que le dio más control.

Diego Costa dilapidó las aspiraciones pucelanas. Le faltó frescura en las acciones en las que, superando bien a Marchena bien a Dealbert, topó con César, otra vez brillante en el uno contra uno. De Horno, curiosamente frente a su equipo en Mestalla una semana después de la cesión, tuvo una ocasión limpísima para marcar, pero la pifió con la derecha. Ya hubiese sido casualidad que marcara después de haber pasado estos años por Mestalla como una sombra.

El Valencia perdió a dos jugadores por lesión. El primero al comenzar, Navarro, por un estiramiento muscular. El segundo, Albelda, ya casi al final por problemas también musculares. Sorprendió la presencia en la alineación de Dealbert tras seis semanas de titularidad de Alexis, excluido ayer de la convocatoria. La lesión de Navarro obligó a Marchena a jugar de central, una posición en la que apenas ha actuado en el Valencia en los dos últimos años. Emery respeta mucho las jerarquías y Marchena entra en el equipo aunque sea en una posición en la que ha perdido automatismos, como se demostró en los primeros minutos, aunque, poco a poco, fue recuperándolos para terminar con una correcta actuación.

La lesión de Albelda significó que el Valencia terminara con dos mediocentros de creación: Banega y Baraja. Ningún inconveniente para el mediocentro argentino, casi más cómodo cuando ejerce de primera referencia defensiva en el eje, como hacía en el Boca Juniors. El crecimiento de Ever es imparable y la llamada de Argentina parece inminente si a Maradona le queda algo de sensibilidad. A su repertorio de pases y regates, Banega le ha agregado un disparo que no tenía -seco y a media altura desde la frontal- que le ha permitido marcar dos goles muy parecidos: el de ayer es muy similar al del Villarreal. No contento con eso, Ever trazó el cambio de orientación que permitió el remate de cabeza al segundo palo de Villa, su 15º tanto del campeonato, y la quinta asistencia de Banega. Baraja, que dijo sentirse desaprovechado durante la semana, tuvo sus minutos. Es difícil para cualquier entrenador gestionar los últimos coletazos de los grandes jugadores. Y Baraja ha sido uno de ellos. Aún sin físico, sigue teniendo jerarquía.