Los sondeos y Sherlock Holmes

Todos los grandes detectives de novela razonan hacia atrás. Son como los geólogos. Lo he leído en un trabajo denominado El método de Sherlock Holmes, en el que su autor aplica las artes detectivescas del famoso personaje creado por Arthur Conan Doyle al mundo de la geología. Está escrito por un geólogo que se llama Humberto Álvarez y en él se afirma que si describes una serie de hechos a una persona te puede anunciar el resultado, pero que muy pocas personas son capaces de extraer los pasos que condujeron a un determinado resultado. Esto último es lo que realmente hace entretenidas estas novelas, ya que sus personajes siempre se enfrenten a un hecho final: un asesinato. Y partir de ahí, es cuando hay que razonar hacia atrás para descubrir lo ocurrido.

Según el barómetro de opinión que hizo público hace unos días el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), el PSOE está en caída libre en Andalucía. Dice que si las elecciones autonómicas se celebrasen ahora, el PP lograría la presidencia de la Junta por primera vez en 28 años. Como el resultado final es todavía un misterio, igual resulta curioso aplicar el método de Sherlock Holmes a esta encuesta y razonar hacia atrás para averiguar las causas de este posible vuelco electoral, ya que las pistas aparecen en las contestaciones de los encuestados.

Lo que más preocupa a los andaluces es el paro, seguido del paro y a continuación también el paro. Ocho de cada diez encuestados conocen a alguien que ha perdido su trabajo en los últimos seis meses. Y el futuro no se presenta prometedor: una inmensa mayoría de ciudadanos considera mala y bastante mala la situación económica. Incluso, más de la mitad ve con pesimismo y bastante pesimismo la evolución futura de la economía. A pesar de ello, Holmes, como en cualquier buena novela de intriga, descartaría la crisis económica por obvio. El asesino nunca es el que parece. Y esta conclusión no tendría en cuenta una pista anterior. Otras encuestas demuestran que el desgaste del PSOE precede a la crisis económica y que el número de ciudadanos que desean un cambio de gobierno en la Junta no hace más que crecer desde las últimas elecciones, a pesar de que los socialistas lograron obtener una plácida mayoría absoluta.

Una deducción más rigurosa nos llevaría a un hecho esencial. Ni siquiera el cambio al frente de la Junta con el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán hace siete meses quiebra esta tendencia. El 61,7% de los encuestados cree que estamos ante más de lo mismo, por eso han acogido con absoluta indiferencia la llegada de Griñán a la presidencia. Los andaluces llevan años pidiendo un cambio de Gobierno y luego votan mayoritariamente al PSOE, quizás con la esperanza de que los socialistas modifiquen su forma de hacer gobierno o quizás por la desconfianza en otro partido en el Gobierno. Las pistas parecen apuntar ahora a que los ciudadanos están dispuestos a cambiar de partido en el Gobierno si el que gobierna insiste en no cambiar.

Uno de mis detectives preferidos es Guillermo de Baskerville, el fraile protagonista de El nombre de la rosa. Su llegada a la abadía donde acude para investigar las extrañas muertes de algunos monjes es un ejemplo del arte de la deducción. En una de las conversaciones con su discípulo y ayudante, Adso, éste le pregunta ¿Cómo habéis podido saberlo? Y Guillermo de Baskerville le contesta: "Durante todo el viaje he estado enseñándote a reconocer las huellas por las que el mundo nos habla como por medio de un gran libro". El ejercicio del poder deja más huellas que el rastro de un asesino de novela. El PSOE puede restar relevancia a esta encuesta e insistir en que ya hubo otras que pronosticaron lo mismo y luego resultó que fallaron. O pueden razonar hacia atrás, y descubrir si el final de la novela está más próximo de lo que cree.