El impago del Consell obliga a los padres a costear servicios escolares

La caja de la Generalitat parece vacía para financiar el sistema educativo en todos los niveles. Si hace tres semanas la Consejería de Educación que dirige Alejandro Font de Mora pagó in extremis los abultados atrasos que debía a las universidades (lo que les obligó a pedir préstamos bancarios para hacer frente a las nóminas y los proveedores), las penurias económicas ahogan ahora a colegios e institutos. Hasta el punto de que los padres están costeando de sus bolsillos servicios básicos, como el comedor, para evitar que las empresas encargadas de prestarlos dejen de hacerlo.

La confederación de padres Gonzalo Anaya denunció ayer la situación, en la que se hallan, afirmaron, centenares de centros en toda la comunidad autónoma. La Consejería de Educación, explicó Mari Carmen Rosales, del departamento de Asesoría de FAPA-Valencia, publicó en 2005 una normativa en la que establecía el calendario de pago de los comedores: el primer trimestre se abonaría en noviembre; el segundo, en febrero y el tercero, en abril.

Preocupa que Educación tampoco pague los gastos de funcionamiento

Este curso, sin embargo, llegados a mitad de enero, los centros no han visto todavía ni un euro. Ni de las becas de comedor (para familias de bajos recursos), ni de los fondos para la contratación de monitores que supervisan la hora de la comida.

Las comunidades escolares se apañan como pueden. En el colegio público Cervantes de Valencia, situado cerca del IVAM, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) acordó la semana pasada destinar 70.000 euros a medias con la dirección del centro para evitar perder el servicio de comedor. Los 35.000 euros de los padres salieron del remanente acumulado para realizar actividades, señalan desde el Ampa. Y los 35.000 euros del centro también salieron de sus reservas, explican las mismas fuentes. En el Cervantes se celebró ayer una asamblea para abordar las medidas a adoptar si el dinero del Gobierno valenciano no llega al colegio de forma inmediata.

La Confederación Gonzalo Anaya ha pedido explicaciones al departamento de Font de Mora. La respuesta, afirman, ha sido que Educación ordenó el pago de los fondos para comedores en diciembre, pero que la Consejería de Economía y Hacienda, al frente de la cual está el vicepresidente segundo del Consell, Gerardo Camps, no ha procedido todavía a librarlos, y que debería hacerlo en los próximos días.

La incapacidad de la Generalitat para hacer frente a sus obligaciones con los colegios no se limita a los comedores. La Gonzalo Anaya asegura que los retrasos en el pago a educadores especiales y logopedas, por ejemplo, se acumulan. O que las subvenciones para fomentar el uso del valenciano, a las que acuden las asociaciones de padres, fueron concedidas a principios de 2009... y sigue sin pagarlas.

La mayor preocupación, ahora, es que la consejería de Font de Mora deje de abonar también los fondos de funcionamiento de los centros, con los que pagan las facturas de calefacción y electricidad. Una cuestión especialmente grave para los centros de secundaria y bachillerato, que no reciben dinero de los ayuntamientos. En pleno temporal, la Federación de Educación de CC OO advirtió de que la falta de inversiones en infraestructuras ha hecho a los centros escolares "más vulnerables a las inclemencias climatológicas".