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"Le he puesto 'bola negra' a tu presidente"

Joaquín Caparrós no salía de su asombro. Sentado hace unas semanas, junto a unos amigos, en el comedor de un concurrido restaurante de Bilbao, el entrenador del Athletic no entendía los gestos ostensibles que desde una mesa próxima le dirigía Enrique Curro Guzmán. Para suavizar la escena, consciente del interés que había despertado entre los comensales más próximos, el técnico andaluz se aproximó al empresario, a quien conoce por su vinculación con la mayoría de los directivos del club. Fue entonces cuando Guzmán le espetó: "Que sepas que le he puesto 'bola negra' a tu presidente", en referencia expresa a Fernando García Macua, máximo responsable de la entidad rojiblanca.

Tan gráfica sentencia refleja el estado de crispación en las relaciones personales de Guzmán y Macua, vinculados durante años al grupo Afer y que continúan como consejeros de Iurbentia aunque con estrategias diferentes sobre la gestión de esta compañía. Según diversas fuentes, Guzmán, impulsor económico junto al núcleo principal de la familia Velasco del hotel Sheraton Bilbao (ahora, Meliá), está molesto por la decisión del Athletic de haber abandonado este establecimieno y elegir otro más céntrico en la capital vizcaína para concentrar a su primera plantilla. Lógicamente, el empresario atribuye esta decisión a una venganza directa de Macua. Fuentes del club, sin embargo, esgrimen razones de criterio estrictamente profesional.

Caparrós, sentado en el restaurante, no entendió la sentencia de Enrique Guzmán

En realidad, Guzmán y Macua, con procedencias profesionales muy diferentes, siempre se han mirado de reojo y especialmente desde el día en que Javier Fernández decidió en su txoko de Ortuella quién iba a encabezar la candidatura a las elecciones presidenciales del Athletic. Macua sabe que Guzmán prefería como cabeza de lista a su amigo Joseba Intxaurraga, que se incorporó como vicepresidente aunque luego abandonó la junta por sus discrepancias sobre la gestión de Lezama. No obstante, colaboró en la intensa campaña electoral junto a varios gestores del grupo Afer y ha sido uno de los invitados más asiduos al palco de San Mamés. Quizá fue otra razón más para entender la cara de sorpresa de Caparrós.

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