Al ataque, nada de especular
El Barça busca el primer puesto, pero se arriesga a quedar eliminado si pierde por más de un gol
Al Barcelona le basta esta noche con un empate en el estadio Lobanovski, de Kiev, para desencallar la clasificación de su grupo. Los cuatro equipos tienen posibilidades de jugar los octavos de final de la Champions, pero el actual campeón no quiere decir adiós y, en tanto que líder, lleva ventaja. "Un gol. Lo tenemos en la mano", dijo ayer Pep Guardiola, el técnico del Barça, convencido de que para seguir siendo el rey se trata de no perder el estilo. "Atacar y atacar bien", añadió consciente de que en Europa "el desorden penaliza mucho".
No se recuerda un final de grupo tan competido, en el que los equipos que ganen tengan todos los números para pasar de ronda. El Barcelona puede incluso perder y clasificarse, pero siempre que no sea por más de un gol de diferencia y el Inter y el Rubin no pasen del empate. Con Guardiola no ha sucedido: ha perdido ocho partidos, pero nunca por más de un tanto. Además, en Europa sólo se le recuerdan tres derrotas: contra el Wisla de Cracovia (1-0) y en el Camp Nou frente al Shakhtar en la pasada temporada, con el pase de ronda ya decidido, y ante el Rubin (1-2) en la actual. Y ha solventado tantas finales como ha encontrado, del Chelsea o el Roma a la última visita del Inter. Guardiola sabe que un gol rompería el partido. Así que invitará a sus jugadores a hacer lo acostumbrado, o sea, a ser inteligentes al atacar y dominar el físico del rival con el balón justo el día en que Xavi cumplirá 100 partidos en Europa. Se trata de coger la pelota y buscar la portería, de respetar los principios. "No podemos dejar de ser lo que somos", remarcó ayer.
No se enfrenta el Barcelona a un equipo menor. Líder del campeonato ucranio, con cuatro puntos de margen sobre el Shakhtar, segundo, el Dinamo es un grande. "Su palmarés es impresionante. No deja nunca de ganar y ganar", recordó Guardiola.
Histórico del fútbol europeo desde que consiguió la Recopa de 1975, el primer triunfo internacional de un equipo del Este, y semifinalista de la Champions en 1999, no pocos conjuntos cayeron en la trampa del club que durante años dominó el fútbol ruso, en gran parte gracias al viejo maestro Valery Lobanovski, ese estratega al que llamaban El Balancín y que da nombre al estadio. En sus filas se forjaron futbolistas como Blokhin, Rebrov o Shevchenko, que hoy juega frente al Barça.
Consciente de que especular sería un suicidio -"si pensamos que nos vale el 1-0, nos meten cuatro"-, Guardiola difícilmente le quitará pegada al equipo respecto a la alineación del pasado domingo, que goleó en A Coruña al Deportivo. Le sobra dinamita: entre Messi e Ibrahimovic suman 19 de los 34 goles azulgrana.
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