Un reto pendiente desde Figo

Entre 1992 y 1999, el Barcelona ganó al Madrid siete clásicos consecutivos en el Camp Nou. El último, el 15 de febrero de 1999, contundentemente (3-0). Luis Enrique marcó dos goles y Rivaldo uno. Mandaba Guardiola en el campo y a la chepa de Figo el Barça arrasó al Madrid. Tan bien jugaron aquella noche los azulgrana que a la afición le supo a poco y se fue del campo convencida de que si no marcaron más goles fue por un exceso de respeto al rival. "No metimos más porque no pudimos", sostiene Sergi Barjuán, que jugó aquel partido y hoy, diez años después, trabaja como entrenador del Juvenil B del Barça.

Fue el último clásico de Figo en el Camp Nou con la camiseta del Barça. Aquella Liga la ganó el Deportivo. El Barcelona terminó subcampeón y el Madrid quinto.

Desde entonces se han jugado diez clásicos más y el Barça no ha sido capaz de encadenar dos victorias consecutivas. El Barça ha ganado tres partidos, ha empatado cinco y ha perdido dos. Las estadísticas están para romperlas y Guardiola ya finiquitó una el año pasado: desde la temporada 1997-98, con Louis van Gaal en el banquillo, el Barça no era capaz de ganar al Madrid los dos clásicos del curso. Llegó Guardiola y se terminó el cuento: 2-0 y 2-6. A lo grande.

Históricamente, durante muchas temporadas, para el Barça ganar al Madrid en el Camp Nou no era algo menor. Eran tiempos grises, partidos en blanco y negro, una etapa en la que el barcelonismo no tenía muchas oportunidades de darse una alegría. Así que el factor campo jugaba su parte. Luego, Cruyff le puso color al Barcelona, primero como jugador y más tarde como entrenador.

Esta vez, Guardiola tiene ocasión de romper otro récord con el Barça. Seguramente, el técnico de Santpedor podrá contar mañana con Ibrahimovic, pero la recuperación de Messi es una incógnita. Quien jugará seguro es Iniesta, que ayer renovó su contrato hasta 2015. La última vez que el centrocampista firmó un documento fue en 2004 y faltaban 48 horas para el clásico: lo ganó el Barça (3-0).