"El gol es un vicio irresistible"

Cuando José Mourinho no pone doble sesión de entrenamientos, Diego Milito (Bernal, Argentina; 1979) comparte feliz las horas con su esposa, Sofía, y su hijo, Leandro, de apenas dos años. Algunos días se escapa al centro comercial cercano a su casa, elige un restaurante en el que la carne sea protagonista y los fines de semana golea. El ariete del Inter suma siete temporadas consecutivas marcando más de 12 dianas en cada una. En ésta sigue su ritmo: es el tercer máximo artillero de la Serie A -ocho goles por los nueve de Totti (Roma) y Di Natale (Udinese)- y comparte cartel con Eto'o, rutilante fichaje veraniego. Vive del gol y le encanta. Hoy se bate con el Barcelona, el equipo de su hermano, Gaby, que se recupera de una lesión.

"En Italia, el juego es de fricción. Recibes algunas patadas de sobra"

"Mourinho es único. Donde va, gana. Sabe sacar lo mejor de cada uno"

Pregunta. ¿Nunca pierde el apelativo de Diegol?

Respuesta. Todo funciona. En Italia, el juego es más cerrado, más táctico y con menos goles. Son duelos duros de abrir y menos lindos para el espectador. Pero, de momento, el Inter juega ofensivo, aprieta y se pone acorde con mis características.

P. ¿Las de incordiar a las defensas?

R. Sí, sí. Lo mío es moverme por todo el frente de ataque para tratar de descolocar al rival. El problema es que aquí se trabaja demasiado el aspecto táctico, se juega brusco y recibes algunas patadas de sobra. Es un juego de fricción. Las zagas son más trabajadas y se practican con acierto las ayudas o el doble marcaje. Por eso es importante que mantenga el promedio de goles. En el Inter, comparado con el Génova, es más fácil porque dispongo de más oportunidades. Pero para conseguirlo es vital el físico, otro aspecto que prevalece en el calcio. Este fútbol te exige una alta condición física para fabricarse oportunidades.

P. Pero sin puntería no sirve de nada.

R. Está claro. La definición clasifica a los delanteros. Buenos o malos. Los goles son su marca. Yo no tengo un tiro potente y no suelo marcar desde fuera del área. Los míos, generalmente, son desde cerca del marco. Es un mundo: tratas de jugar para el equipo y colaborar en todas las fases, pero yo necesito los goles. Es inexplicable porque, cuando te acostumbras a marcar, es un vicio irresistible. Y siempre pienso que el mejor gol y el más importante está por llegar.

P. Aunque los cuatro goles que le hizo al Madrid hace cuatro años en las semifinales de la Copa no se los quita nadie...

R. El 8 de febrero de 2006. No lo olvidaré nunca porque es una de las alegrías más grandes que he tenido. Siempre se me recordará por eso y es un orgullo poder entrar en la historia.

P. ¿Le da la sensación de que en España no se le valoró en su justa medida?

R. En absoluto. Fui muy querido. Otra cosa es que con el descenso del Zaragoza se devaluara mi precio, mi caché.

P. ¿Revalorizado en el Inter?

R. Está bien. Los compañeros, como al resto de los delanteros del equipo [Suazo, Balotelli y Eto'o], me buscan. Y Mourinho, un técnico respaldado por los excelentes resultados durante su carrera, me da confianza. Es único: donde va, gana. Y sabe sacar lo mejor de cada uno.

P. ¿Qué le parece Guardiola?

R. Fenómeno. Lo que hizo el año pasado fue excepcional. Además, con un juego adictivo. Este Barça es un conjunto que ya ha entrado en la historia por su fútbol y los resultados. Su nivel es altísimo. Es un equipazo de los pies a la cabeza, el campeón de Europa, y lo respetamos muchísimo. Pero vamos con la intención de sacar algo positivo, un resultado que nos aporte tranquilidad o nos clasifique para la siguiente ronda. Y para ganar al Barça sólo hay dos opciones: quitarle la pelota o marcar un gol más.

P. Para los goles están Eto'o y usted, ¿no?

R. Es un partido especial para Samuel y creo que le recibirán bien, con los honores que se merece. Lo que tengo claro es que es un jugadorazo, una gran baja para cualquier equipo.

P. Quien no juega todavía oficialmente es su hermano.

R. Lleva casi dos años dejándose la piel, esforzándose. Yo casi ni le he visto, de lo ocupado que ha estado en recuperarse. Ahora parece que todo acaba y me alegro mucho porque se lo ha luchado. Aunque ha sido posible, en parte, gracias a la confianza que siempre le ha dado Guardiola. Así se lo dije en el partido de ida en San Siro.