El PP rechaza la auditoría a FGV pedida por la oposición pese a su elevada deuda

La mayoría de los populares dio ayer al traste con dos iniciativas de la oposición en las Cortes Valencianas. Los socialistas no consiguieron que el PP respaldase una auditoría externa de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), pese a su abultada deuda, que rozará los 1.153 millones de euros a final de 2010. Tampoco lograron su apoyo a una iniciativa que denunciaba que nadie en la Generalitat haya asumido responsabilidades políticas por el accidente de metro ocurrido en 2006, donde fallecieron 43 personas y otras tantas resultaron heridas. El socialista Francesc Signes exigió una auditoría externa de las cuentas de la empresa pública desde 1996, que el popular Fernando Giner rechazó "pues ya se hace una auditoría y luego está el control de la Sindicatura de Comptes" y la destitución de la gerente de FGV, Marisa Gracia, "por su responsabilidad directa en la situación de la línea 1 [donde se produjo el accidente mortal]". A esto, Giner replicó que la justicia archivó el caso contra las autoridades públicas a mediados de 2008 y que la destitución de un cargo público compete al Consell, no a las Cortes.

Signes cerró su turno con una petición al presidente Francisco Camps: "Que rectifique como hizo hace unos días [cuando se disculpó tras acusar al socialista Ángel Luna de desear matarle] y reciba después de tres años a los familiares de las víctimas del metro. Que les escuche". La diputada Mònica Oltra, de Compromís, apoyó la propuesta socialista y lamentó que el PP convocara una comisión de investigación del accidente de metro que se cerró "rápidamente por la visita del Papa".

Tanto Oltra como Marina Albiol, diputada de Esquerra Unida, rechazaron los anuncios de privatización de nuevas líneas de FGV. "No pueden refugiarse en argumentos como que las líneas son deficitarias para justificar la privatización. Si no están preparados para gestionar de forma eficiente" que dejen a otros dirigir la empresa, denunciaron ambas.