Beethoven visionario

Hay un Beethoven arriesgado y radical que uno no encuentra en las sinfonías. Un compositor visionario y salvaje que estiraba las posibilidades de la forma musical más allá de corsés y constricciones. Es el de los últimos cuartetos y el de unas cuantas sonatas para piano. En los primeros, uno encuentra líneas de ruptura que décadas después se fueron adoptando por otros -desde Schoenberg a Béla Bartók- para llegar a caminos tan audaces como traumáticos.

Pero fue Beethoven quien al tratar de superar el clasicismo, abrió esas nuevas fronteras con algunas piezas como las que se escucharán el próximo miércoles en el Auditorio Nacional de mano del Cuarteto Takács. Será en el ciclo Liceo de cámara, una de las ofertas más sugerentes y ricas del panorama musical madrileño, que este año ha cogido como hilo conductor de sus programas al compositor alemán bajo el título: Ludwig van Beethoven. Libertad y progreso. Un año entero dedicado a él no será suficiente para degustar las audacias de uno de los grandes genios creadores que han existido en la historia de la humanidad.