"Mucho peor es ser 'fan' de Shakira"
Peggy Wang es indie. La teclista y vocalista del combo neoyorquino The Pains Of Being Pure At Heart (TPOBPAH) pertenece a una raza que pensábamos que había quedado erradicada de la faz de la tierra a finales de los noventa. Ésa que no teme reivindicar el sonido de la discográfica Sarah Records o el grupo The Pastels. "Vale, de acuerdo", confirma, "pero no voy a pedir perdón por ser así. Mucho peor es ser fan de Shakira".
La cantante ha confesado que de adolescente deseaba ser Juliana Hatfield y besar a Evan Dando. Soñaba que vivía en Glasgow. Nadie la llevó al baile de fin de curso, pero no le importó porque seguro que no sonaban ni los Vaselines, ni Bikini Kill. "El grupo es mi baile de fin de curso. Mi oportunidad de poder vivir ese mundo que tanto he anhelado, de conocer gente que siente y piensa igual que yo. Siempre he fantaseado con ir a tocar al Reino Unido. Lo he logrado. No debes olvidar que en EE UU toda esta música británica de los ochenta nos parece muy exótica, y quienes somos fans no encontramos demasiada gente con la que compartirlo. Tal vez sí es cierto que lo he idealizado porque me parece extremadamente exótico", revela.
"Conocer a David Gedge, de The Wedding Present; estar en la tienda de Stephen Pastel en Glasgow; que miembros de Roseships o June Brides vengan a los conciertos y nos saluden Todo esto es maravilloso. Somos muy fans de toda esta gente. Y, de golpe, nos encontramos ahí, compartiendo una cerveza con ellos. Es genial". La semana que viene hacen parada dentro de la gira Heineken Greenspace en Barcelona, Madrid, Valencia y Bilbao.
A principios de año, TPOBPAH parecían otra impostura de la blogosfera. Llegada la primavera, ya tenían aspecto de ser el mejor combo debutante del año. Este otoño, con el magnífico epé Higher than the stars, empiezan a darse aires de grupo que llegó para quedarse, puliendo y matizando un sonido que perdió algo de distorsión y ganó en matices y color sin acercarse a sonar maduro. Lo suyo es efervescencia posadolescente en el sentido más bíblico del tema. Su candidez es adorable. Utilizan la palabra cool como si aún tuviera cierto sentido, creen en el poder sanador de los sellos independientes (están en Slumbeland y les encanta) y dan la extraña y desfasada sensación de estar en este negocio porque lo que más adoran en el mundo es la música y ni se han planteado que esto pueda ser algún tipo de negocio. "Antes de unirme a la banda, los chicos me contaron que siempre querían pedirme que tocara con ellos, pero pensaban que era demasiado cool. Menos mal que se atrevieron. Desde el concierto en mi fiesta de cumpleaños hace casi tres años hasta hoy, todo ha sido fantástico. Bueno, todo no. Una vez hicimos una sesión de fotos y los chicos insistieron en salir comiendo pizza. ¡Estoy a dieta!". Pero en las fotos sales comiendo. "Hago ver que muerdo, pero no me comí ni un mordisco".
Barcelona (17 noviembre), Madrid (día 18), Valencia (día 19) y Bilbao (día 20). heinekengreenspace.es
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