El hospital gallego de Buenos Aires arrastra deudas por 13 millones pese a las ayudas
La Xunta auditará el hospital de Buenos Aires para aclarar las deudas
El estado de las cuentas del hospital del Centro Gallego de Buenos Aires amenaza con desatar una batalla política de grandes dimensiones a ambos lados del Atlántico. La intención de la Xunta de que una empresa de Castilla y León se haga cargo de la gestión del centro durante los próximos años ha hecho emerger una situación financiera del centro calamitosa. Lo único que parece claro es la necesidad de tomar medidas ante una deuda que alcanza los 13,1 millones de euros, según datos facilitados por la Xunta, y un déficit de 1,7 millones al cierre del mes de abril de este año.
En su comparecencia parlamentaria de ayer, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aludió también a la existencia de unas "pérdidas acumuladas" de nueve millones de dólares (seis millones de euros). Las cifras comprometen la viabilidad de una institución de referencia para los gallegos de Buenos Aires. Sólo en los últimos tres años la Xunta aportó nueve millones de euros al centro a los que hay que sumar otros seis más desembolsados entre 2003 y 2006.
Emigración sospecha de irregularidades en la gestión
La oposición acusa a Feijóo de ensayar fórmulas de privatización
El secretario general de Emigración, Santiago Camba, explicó que la Xunta ha solicitado una auditoria "seria" sobre las cuentas del centro para "depurar responsabilidades, si las hubiera". Advierte de que el Gobierno gallego quiere saber qué ha ocurrido para que la deuda del hospital se haya duplicado en tres años.
La decisión sobre la puesta en marcha de esta auditoría debe tomarse en la próxima reunión del patronato de la fundación Galicia-Saúde, que iba a celebrarse esta semana en Santiago para analizar el futuro de la entidad. Finalmente, fue aplazada ante la falta de consenso entre sus miembros.
Los componentes del patronato no quieren realizar declaraciones públicas sobre este asunto aunque es notorio que hay importantes diferencias de criterio. El propio Camba viajó de urgencia el pasado fin de semana a Buenos Aires para entrevistarse con los dirigentes de las asociaciones implicadas. Según indicó, las reuniones tuvieron un tono distendido y "en breve plazo" se celebrará la reunión del patronato para decidir sobre la propuesta de gestión de la Xunta y "sobre otras que se puedan presentar".
Camba rechazó las acusaciones de chantaje a los miembros del patronato que ha formulado el PSOE de Argentina. Los socialistas denunciaron que la Xunta trataba de imponer su modelo de gestión a toda costa y amenazaba con retirar su aportación al centro si no se admitía su propuesta. El vicesecretario general del PSOE de Argentina, Carlos Fernández, apunta que si el proyecto de la Xunta llega a salir adelante la única beneficiada sería la nueva entidad gestora y no los 4.000 ciudadanos gallegos que pagan sus cuotas al hospital, ya que la Xunta seguiría contribuyendo con tres millones de euros anuales a su sostenimiento.
En este sentido, durante su comparecencia de ayer, Feijóo insistió en que la Xunta no va a financiar los servicios que presta el hospital a los socios argentinos del centro, sino que sus aportaciones van a limitarse a cubrir las necesidades de los gallegos. Feijóo acusó al bipartito de llevar el hospital "a la quiebra". Por su parte, Carlos Aymerich, portavoz del BNG, señaló que el Gobierno está "ensayando" fórmulas de privatización sanitaria en Argentina para aplicarlas posteriormente en Galicia.
En realidad, los socios del hospital no tienen atención gratuita ya que pagan una cuota mensual que alcanza los 365 pesos (66 euros) para las personas de mayor edad. De esta forma, cada uno de estos ancianos gasta aproximadamente 792 euros al año por recibir atención médica, una cantidad que resulta muy elevada especialmente para aquellos que tienen pensiones que no alcanzan los mil pesos mensuales. Curiosamente, si se multiplica la cuota anual por los 4.000 socios gallegos del hospital da una cifra de 3,1 millones de euros, que corresponde exactamente con la aportación que realiza la Xunta cada año al centro. Es decir, con esos fondos la Xunta podría pagar íntegramente la cuota que pagan los gallegos y solventaría los problemas a los que se enfrentan para abonarla. Por el momento nadie ha explicado cómo será la fórmula para conseguir que la Xunta siga financiando los servicios que ofrece un centro que sólo cuenta con un 20% de socios gallegos.
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