'Baby boom' controlado en Boborás
Este año nacerán 30 bebés en un municipio que no registraba partos - El alcalde subvenciona los natalicios, pero también la píldora postcoital
En la farmacia de Boborás sigue habiendo más pañales para la incontinencia de los últimos años que para los escapes de los primeros. "Pañales para niños no vendemos. Tenemos lo típico, para una emergencia y poco más", comenta la empleada de la farmacia. "Aquí, la mayoría de los vecinos siguen teniendo más de 65 años, y la gente con niños no entra a comprar. Será que se van a buscarlos a O Carballiño, porque en realidad muchos de los del baby boom ése del que habla el Ayuntamiento son gente de allá que se empadronó aquí para venir a la guardería".
"La farmacéutica es de la oposición. Aunque venda leche y pañales para bebé dirá que no", advierte un funcionario municipal, unas horas antes, en la casa consistorial del municipio orensano de Boborás. "Es verdad que hay gente que se empadronó aquí por las ayudas que damos por cada nacimiento, pero en 2008 nacieron 13 niños, este año llevamos 28 partos, y quedan otras dos embarazadas que están para ya. Y la tendencia se va a mantener, porque sabemos de otras vecinas que están esperando", sigue contando este portavoz municipal. Antes "había años de no nacer ni un niño, o de nacer uno solo. Lo de Boborás, como lo de toda la comarca de O Carballiño, era una sangría total".
"El cuerpo es una máquina de placer y tiene subidones", explica el regidor
Las parejas reciben 500 euros por parto y 50 más al mes durante dos años
Pero el 1 de enero de 2008 se aprobó la ordenanza de ayudas a los nacimientos, "y las parejas, en vez de emigrar, se quedaron y tuvieron los hijos que estaban posponiendo" para tiempos mejores. Boborás da "un pequeño premio" de 500 euros a las parejas cuando nace el niño y 50 más todos los meses hasta que la criatura cumple dos años. Las ayudas complementan las pagas que otorga el Estado, y aunque no se pueda demostrar que una cosa ha llevado a la otra, en el Ayuntamiento ya hablan, como dice la boticaria, de baby boom. Y hay parejas que en este plazo, desde enero de 2008, han procreado más de una vez. Es más, dos de las familias que se apuntaron a las ayudas han tenido tiempo de convertirse en numerosas. Una de ellas tiene un hijo de tres años, otro que cumplió uno y una niña de tres meses. La otra ya tenía una chica en Secundaria, parecía haberse plantado y, después de aprobarse las ayudas, han irrumpido en casa otros dos herederos, uno detrás de otro.
El gobierno local llevaba tiempo intentando fomentar la natalidad. Antes de aprobar las ayudas, en 2005, creó un Punto de Atención á Infancia (PAI) para los vecinos de 0 a 3 años, el primero de toda la comarca, y el primer año empezó con seis niños. Luego, según la directora del centro, "hubo un año de tres críos matriculados, pero sólo uno de ellos venía a diario". Eran dos cuidadoras para un solo bebé. "Se aburría él y nos aburríamos nosotras", cuenta la responsable del PAI, "si hubiera tenido algún accidente aquel niño habría sido para meternos en la cárcel de cabeza".
Ahora, dicen en el Ayuntamiento, la guardería pública, de 20 plazas, "está saturada" y, con los tiempos que corren, no hay posibilidades de ampliarla, "al menos, mientras el gobierno siga empeñado en mantener la gratuidad para todos". Sobre todo, porque el famoso baby boom ya ha acarreado otros gastos. En varias parroquias ya existía, o más bien hibernaba, algún parque infantil. Pero ahora han tenido que inaugurar uno nuevo, el más grande y moderno, "el mejor" que nunca pudo imaginar tener Boborás, dentro del área recreativa de Astureses.
El alcalde de Boborás, el popular Cipriano Caamaño, dice que gestiona su municipio "al margen de la línea del PP", y que su política es "muy sensible" a los problemas sociales porque es médico y los vive a diario "en la consulta". En el último pleno, el grupo de gobierno aprobó subvencionar "al 100%" la píldora postcoital para las menores de 18 años. Después del acelerón que provocaron con las ayudas entre los treintañeros, han decidido ayudar a los adolescentes a pisar el freno. La oposición criticó la medida, con los argumentos de que en Boborás apenas quedan mozos y de que ya hay un Centro de Orientación Familiar en O Carballiño.
Pero el regidor no se apeó de su plan: "Creo en la medicina preventiva, y quiero una juventud sana con una sexualidad sana. Que las chicas vayan al médico, pidan la receta y sean informadas. Porque el cuerpo es una máquina de placer, y subidones todos hemos tenido, pero que sepan al menos que el preservativo es lo único que evita las enfermedades y que la píldora es una bomba hormonal. Una cosa muy seria que no se puede dejar en manos de una niña de 12 años. Y luego que vengan con la receta, o con el tíquet de la farmacia, y las trabajadoras sociales les darán el dinero". "Es un disparate pensar que las niñas, el lunes, tienen 18 euros en el bolsillo para pagar la píldora", concluye el alcalde. "Se gastaron la paga semanal en los chupitos y el botellón. Y por eso pasó lo que pasó".
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