La reinserción de David Navarro
Un gol del central del Valencia, transformado tras su cesión al Mallorca, derrota al Málaga
Entre el impresentable puñetazo a Burdisso, que dio la vuelta al mundo, y el cabezazo picado a gol de ayer desde el segundo palo del portero Munúa han pasado dos años y medio y un millón de historias. Una de ellas habla de un defensa central, David Navarro, de 28 años, que ha sabido aprovechar sus dos temporadas de destierro en el Mallorca a las órdenes de Gregorio Manzano para volver a Mestalla convertido en otro hombre: más contenido, más sobrio, más maduro en definitiva. Hasta tal punto que no sólo se ha convertido, junto a Delabert, en la pareja de centrales que ha sellado la puerta de César en las últimas cuatro citas consecutivas, sino que le ha dado a su vez por brindarse unas cuantas alegrías que lustren su magnífico juego aéreo también en el ataque: marcó frente al Slavia de Praga en la Liga Europa y volvió a marcar ayer en La Rosaleda.
MÁLAGA 0 VALENCIA 1
Málaga: Munúa; Jesús Gámez, Stepanov, Juanito (Benachour, m. 47), Weligton, Mlitiga; Apoño, Xavi Torres (Baha, m. 73); Luque (Edinho, m. 69), Obinna y Duda. No utilizados: Santamaría; Manu, Fernando y Valdo.
Valencia: César; Miguel, Navarro, Dealbert, Bruno; Pablo Hernández (Joaquín, m. 78), Albelda, Ever Banega (Maduro, m. 72), Mata (Mathieu, m. 90); Silva y Villa. No utilizados: Moyà; Miku y Marchena.
Gol: 0-1. M. 69. Pablo Hernández centra desde el costado derecho, Munúa falla en la salida y David Navarro remata a gol.
Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Gámez, Bruno, Stepanov, Albelda y Weligton.
La Rosaleda: 26.000 espectadores.
César, de 38 años, vive en una nube: no ha recibido ningún gol en sus cuatro partidos
El Valencia ha ganado en cuatro de sus cinco salidas de Mestalla, señal de que se encuentra cómodo lejos de su estadio. Aunque ayer, en realidad, no brillara su ataque como de costumbre, sino que fueron los hombres de la retaguardia, con César a la cabeza. El portero, de 38 años, vive en una nube, sin encajar un solo gol en los cuatro encuentros que ha disputado. Y ha resultado providencial en la recuperación de su equipo desde que arrebatara, ante el Racing, la titularidad al joven Moyà.
Ayer, además, hubo de emplearse a fondo a disparos de Obinna y Edinho, que atacaron con todo en el último cuarto. La condición de colista del Málaga no se ajusta a su fútbol, que, sin ser exquisito, sí muestra las suficientes variantes para ganarse un puesto más desahogado en la tabla. Pero Muñiz no da con la tecla con la que Antonio Tapia sorprendió la campaña pasada con un conjunto rápido, versátil y compacto. Las bajas, sin duda, han sido claves (Goitia, Lolo y Eliseu, entre otros), pero también la actual baja forma de algunos jugadores que fueron fundamentales. Luque estuvo ayer muy desenfocado mientras Apoño, que vuelve de una lesión, está en fase de pillar el ritmo. En cuanto a Duda, dejó un par de centros de calidad: demasiado poco.
Tras el gol, el Valencia renunció a jugar y se limitó a ver pasar el tiempo, consecuencia en parte del mensaje que le envió Emery en el cambio: entró Maduro por Banega. Siempre se espera la genialidad de algunos de los maravillosos cuatro atacantes valencianistas, poco finos ayer en los últimos metros. Era la tarde de los defensores. Y la confirmada transformación de David Navarro da buena fe de ello.
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