El Síndic pide control de pozos junto al marjal de Pego-Oliva

La apertura de pozos en el entorno del parque natural del marjal de Pego-Oliva debe someterse a la evaluación de impacto ambiental para garantizar que la nueva extracción de agua no dañará al espacio protegido. Así lo pide el Síndic de Greuges, José Cholbi, en respuesta a una queja de Acció Ecologista-Agró, que advirtió a la institución de que "las administraciones competentes están sistemáticamente incumpliendo" esa exigencia legal. La organización ecologista remitió al Síndic una serie de anuncios oficiales de solicitud de permisos para pozos y fotografías de algunos ya perforados en el entorno del parque.

El Síndic rechaza la interpretación de la Consejería de Medio Ambiente de que la normativa exime de una evaluación ambiental en ciertos casos, como el de extracciones de agua pequeñas. Para Cholbi, el plan de protección del marjal exige que en su entorno (la llamada zona de amortiguación de impactos) se controlen las actividades que puedan afectar al equilibrio medioambiental del paraje. Éste debería ser el caso de los pozos, ya que beben de acuíferos que aportan caudales al marjal.

Por ello, la resolución recomienda a la consejería, responsable del marjal, que se coordine con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) -que debe dar los permisos de pozos- para tomar "todas las medidas que sean necesarias para proteger al máximo" el parque exigiendo la evaluación de los posibles impactos.