Un atracador escurridizo

Su aspecto no infunde muchas sospechas. Es un hombre de 1,60 de estatura, canoso, algo calvo y con bigote. Tiene unos 50 años y va vestido con una chaqueta de chándal y vaqueros. Sin embargo, este individuo trae en jaque desde hace semanas a la Guardia Civil de Las Rozas y los municipios limítrofes. Se le acusa de seis o siete atracos a entidades bancarias. El último lo cometió ayer al mediodía en la sucursal que tiene Caja de Badajoz en el centro del municipio roceño.

El atraco duró sólo 35 segundos. El hombre se parapetó unos minutos detrás de un expositor de una tienda de flores, mientras controlaba la entrada de la caja de ahorros. Cuando lo vio claro, accedió al interior. Sacó un arma de fuego plateada de pequeñas dimensiones. Y con voz tranquila y sin ningún acento en su dicción empezó a decir: "Esto es un atraco. No mováis ni un músculo". Acto seguido, se apoyó en la zona de caja y alargó una bolsa de plástico de Caprabo, donde se llevó los 1.200 euros que había en la caja.

En la sucursal sólo estaban la directora y la cajera, que mantuvieron la calma en todo momento. Cuando le entregaron el dinero, siguió con sus amenazas: "No hagáis ninguna tontería. ¿Está abierta la puerta?". A renglón seguido, salió y enfiló por la avenida de la Constitución hacia arriba, en dirección hacia Burgo Centro. Iba andando con paso rápido. La sucursal se encuentra a unos 200 metros del Ayuntamiento de Las Rozas, donde siempre hay vigilancia policial. "Hemos estado muy tranquilas, porque no se ha puesto violento ni nos ha amenazado. No ha esperado ni a la apertura de la caja", explicó la directora de la sucursal, Yolanda García Suso.

La Guardia Civil acudió de inmediato al lugar y patrulló toda la zona para intentar detener al autor del atraco. Al banco acudieron agentes de la Policía Judicial y expertos de Criminalística. Fuentes de la investigación explicaron que han difundido la foto del autor de los robos que ha cometido hasta seis atracos en los últimos meses.