Sanidad suspenderá las operaciones si se saturan las urgencias por la gripe A
Los hospitales habilitarán áreas específicas para tratar a estos pacientes
Osakidetza se está preparando para el peor escenario posible de la gripe A, es decir que hasta un 30% de la población vasca (alrededor de 650.000 personas) resulte afectada y que el sistema hospitalario se colapse por la afluencia masiva de pacientes. Tal es la peor previsión, pero otra cosa es que finalmente suceda. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, recalcó ayer en el Parlamento que la obligación del Servicio Vasco de Salud es estar listo para cualquier eventualidad, aunque su impresión es que al final no se llegará a este extremo. Bengoa, quien presentó ante la Comisión de Sanidad las medidas que está desarrollando el Gobierno para enfrentarse a la pandemia en Euskadi, se mostró moderadamente optimista después de ver cómo se ha comportado la enfermedad en el hemisferio sur, cuyos países han pasado ya el invierno.
Osakidetza readecuará 1.400 camas para atender a los pacientes
La oposición para médicos prevista para octubre ha sido aplazada
"El virus es sensible a los antivirales, no ha mutado y es posible que sólo sea necesario vacunarse una vez", señaló.
Éstas son las buenas noticias, pero mientras tanto el sistema se prepara para lo desconocido. Osakidetza ha elaborado su propio plan para dar una respuesta asistencial a los diferentes escenarios que puedan plantearse. Dicho plan señala que, en el peor momento de la pandemia, lo que el Servicio Vasco de Salud denomina "fase dos", se suspenderán todas las operaciones quirúrgicas programadas (las que se pueden demorar) y se reducirán en un 70% las consultas de los especialistas y en un 85% la actividad ordinaria de los centros de salud. Sólo se mantendrán las vacunaciones y tratamientos como el Sintron para enfermos que padecen del corazón. Todo ello se encamina a liberar recursos, desde camas a profesionales, para atender a los ingresos derivados de la gripe A.
En esta perspectiva se reducirá progresivamente la actividad programada de todos los centros sanitarios hasta que su trabajo se limite a la atención urgente, vital, lo que no se pueda demorar. ¿Y cuándo se entraría en esa "fase dos"? Pues cuando los servicios de urgencia de los hospitales se saturasen con enfermos de gripe A. En una de las estimaciones más pesimistas, los servicios de urgencia tendrían que atender en la semana pico de la pandemia a cerca de 7.000 pacientes cada día, muy por encima de los 2.600 de media del mes de enero del año pasado, que fue el de mayor frecuentación del año coincidiendo con la gripe estacional.
Osakidetza tiene prevista además la creación de unidades intermedias para los pacientes que precisen cuidados respiratorias especiales y que estén aquejados de gripe A. Por otro lado, se habilitarán 1.400 camas de manera extraordinaria en los hospitales de agudos y de larga estancia.
El viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, también anunció el aplazamiento de los concursos de traslados y la creación de cupos en Atención Primaria, y el retraso de los exámenes de la oferta pública de empleo (OPE) prevista para el próximo mes de octubre para médicos especialistas. Los permisos y las vacaciones que algunos profesionales sanitarios habían reservado para los próximos meses también quedan en el aire hasta comprobar cómo evoluciona la pandemia. Y es que todo el personal especializado puede resultar escaso si vienen mal dadas. Por eso, se plantea recuperar incluso al personal que se encuentre de baja por problemas crónicos para la atención telefónica, ampliar los turnos y jornadas laborales, y echar mano de médicos y enfermeras recientemente jubilados.
Un registro de enfermos crónicos
La atención integral a los pacientes con enfermedades crónicas supone uno de los mayores retos del sistema sanitario vasco, al igual que el del resto de España y de los países más avanzados. El problema es que la red hospitalaria está pensada para atender procesos agudos, por lo que los hospitales no acaban de adaptarse a este perfil de pacientes, que constituyen el mayor gasto del sistema.
Entre los objetivos que se ha marcado el consejero Bengoa, un experto en sistemas de salud para enfermos crónicos, figura el de dar con un modelo de gestión para este tipo de enfermedades. Eso permitiría una atención integral a estos pacientes. Y ayer, aprovechando su exposición sobre el plan contra la pandemia de gripe A, esbozó su proyecto de crear un registro único para este tipo de enfermos, lo que resultaría de gran ayuda cuando llegan momentos como el actual, en el que es necesario vacunarles tanto contra la gripe estacional como la A.
Según el viceconsejero Jesús María Fernández, este registro permitiría tener mejor localizado a este colectivo, atenderles mejor de sus patologías y estratificar el riesgo, es decir, organizar por niveles según la gravedad de cada paciente.
Para Bengoa, un registro de estas características permitiría, por ejemplo, llegar al máximo porcentaje posible de vacunación en este colectivo en las campañas de gripe estacional y de la A, algo fundamental para preservar la salud de estos pacientes. "La mayor parte son vulnerables y precisan de las dos vacunas", recalcó.
"El primer pico se producirá a finales de este mes o principios de octubre"
- Virus estable. El consjero Bengoa destacó en su intervención que "el virus no está mutando. Es estable, y por lo tanto, probablemente vamos a ver el mismo virus que en el hemisferio sur. Es sensible a los antivirales y es leve en su cuadro clínico". "En Euskadi", apuntó, "todavía no tenemos ningún muerto".
- Vacuna. El consejero recordó que se vacunará a los grupos de riesgo de igual forma que en la gripe estacional: enfermos crónicos y profesionales sanitarios. Además, y a
diferencia de la gripe común, también se vacunará a las embarazadas. "¿Cuándo? En noviembre, cuando ya estén disponibles las vacunas y garantizada su seguridad. Hay suficiente número para vacunar a entre el 40% y el 60% de la población en caso de que se vea conveniente". Es posible que sólo sea necesaria una inyección para ponerse la vacuna y no dos dosis como se preveía en un principio.
- Pico. "El primer pico de la pandemia se producirá a finales de este mes o a principios de octubre". Hasta ahora, se han diagnosticado 440 casos en Euskadi. Bengoa reconoció que en su propia familia ya ha habido un caso de gripe A. "La ha pasado con normalidad y en casa, por lo que no ha sido diagnosticado por el sistema".
- Todo preparado. "Todo está preparado en Osakidetza para la vacunación contra la gripe A en noviembre. El peor escenario es que se infecte un 30% de la población, pero eso es lo peor y no tiene por qué ocurrir. Pero nos debemos preparar para una incidencia sanitaria y social severa".
- Coste económico. "La gripe sale cara", aseguró el consejero, quien precisó que "el Gobierno no ha economizado para atender la pandemia". Excluyendo la asistencia, la factura
asciende a algo más de 15 millones, de los que diez corresponden a las vacunaciones. En el ámbito empresarial, el consejero cree que las empresas "están preparadas". El pico de absentismo laboral debido a la gripe A podría alcanzar el 12%.
- Dos gripes. La gripe estacional y la nueva conviven, pero la segunda está ganando la batalla. El 85% de los casos diagnosticados por ahora de esta variedad.
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