La Quincena se despide con la Orquesta de Lyon y el Orfeón

La 70ª edición de la Quincena Musical se despide hoy en el Auditorio del Kursaal donostiarra tras cinco semanas de intensa programación que ha inundado San Sebastián de conciertos de música clásica. Después del concierto de la Orquesta Nacional de Lyon de ayer, que se centró en compositores como Gabriel Fauré, César Franck y Maurice Ravel, la agrupación volverá hoy (20.00) al Kursaal acompañada por el Orfeón Donostiarra, para cerrar la Quincena siguiendo el hilo conductor 1900-1936: tiempos de vanguardia. Este eje ha vertebrado muchos de los conciertos del festival y ha dado pie a la inclusión, dentro de su programa habitual de música, de una exposición de pintura, conferencias, recitales y proyecciones audiovisuales.

A diferencia de ayer, la Orquesta Nacional de Lyon contará hoy con la colaboración de la soprano Marie Arnet y el barítono Paul Armin Edelmann, todo ello bajo la dirección de Michel Plasson, un "coloso de la música francesa", según la organización de la Quincena. Ésta no será la primera vez que Plasson coincide con el Orfeón Donostiarra, dirigido por José Antonio Sáinz Alfaro, ya que hace años realizaron un proyecto conjunto que gozó del reconocimiento del público y la crítica.

Con estos antecedentes, el concierto rendirá homenaje a Claude Debussy -un compositor ampliamente interpretado durante esta Quincena- con El preludio a la siesta de un fauno, y seguirá con la Sinfonía n.º 1 de Bizet para terminar con el Réquiem de Gabriel Fauré.

Esta última pieza, una composición innovadora cuando se creó entre 1886 y 1888, ya fue destacada por José Antonio Echenique, el director adjunto de este festival, a EL PAÍS como un "canto esperanzador" al final de la vida. La interpretación de esta obra, que representa en su último acto la muerte como algo natural y reconfortante, estará dedicada a Luis Fernando Rupérez, colaborador de la Quincena recientemente fallecido.