Turismo en declive
Todas las alarmas han saltado por la disminución del número de turistas en el presente periodo estival, también porque el turismo de mochila low cost está desplazando al turismo familiar y tradicional que había constituido el núcleo duro del negocio.
Seguro que la crisis económica ha tenido su parte de culpa en este importante retroceso, pero debemos pensar también que atraer turismo es incompatible con mantener un país donde muchas de sus ciudades superan los niveles de contaminación atmosférica recomendados por la OMS, huelen a orina y en donde la caza al turista por parte de grupos organizados de carteristas está desbancado la popularidad de la sangría, la paella e incluso la siesta.
El ruido excesivo, la destrucción del litoral, la presencia de desechos por doquier y un sector como la restauración que en muchos casos fija unos precios que no responden al servicio prestado serían otros de los elementos a analizar.
Por el peso que tiene el sector, merece la pena una profunda reflexión a nivel nacional que permita subsanar deficiencias, atraer turismo de calidad y de paso mejorar el civismo y la calidad de vida de nuestras gentes.
