Cerca de 2.000 chalés llevan cuatro días sin agua en Xàbia por un reventón
Xàbia regresó ayer al pasado. Miles de vecinos se vieron obligados a acudir provistos de garrafas al encuentro de camiones-cuba para cargar el agua potable que no tenían en sus casas por culpa de un reventón que ha dejado desde el viernes por la tarde sin abastecimiento a cerca de dos mil chalés de varias partidas del Cap de la Nau, en la zona más exclusiva del litoral del municipio.
La imagen de turistas y residentes cargados con botellas de plástico, cubos y utensilios de cocina haciendo cola ante los camiones cisterna era frecuente en la comarca de La Marina Alta hace unos lustros, pero en Xàbia parecía haber pasado a la historia, desde que en el año 2002 se inauguró una de las plantas desaladoras con mayores prestaciones de la Comunidad Valenciana. Incluso durante este mismo verano, el Ayuntamiento presumió de que gracias a estas instalaciones hay excedentes de caudales en el municipio, y desde hace años se baraja la posibilidad de vender recursos hídricos a otras poblaciones de la comarca como Dénia.
Esta imagen de opulencia en el suministro se fue al garete después de que el pasado jueves reventara una tubería de la red, cuya antigüedad es notable, en la zona de la Barraca. A partir de ese día, las consecuencias de la avería se han ido extendiendo como una mancha de aceite: primero, el Consistorio calculó que apenas había una decena de chalés afectados pero después el gran consumo propio de finales de agosto en uno de los entornos turísticos más importantes de Xàbia fue agotando las reservas que quedaban en el depósito que abastece a esta parte de la costa sur, provocando la pérdida total del suministro o problemas de presión en numerosas zonas. Ante las dificultades técnicas para solucionar la anomalía, el Ayuntamiento ha calculado que hasta mañana no se recuperará el abastecimiento, si bien ayer algunos vecinos aseguraban que, según la concesionaria del servicio, los problemas se prolongarán hasta el jueves.
Al cierre de esta edición no había agua en los lujosos chalés y urbanizaciones de las partidas de La Barraca, Balcón al Mar, Mar Azul, La Granadella y parte de Costa Nova, donde se encuentran numerosas viviendas colgadas sobre los acantilados o frente a idílicas playas que constituyen una de las ofertas turísticas de primer orden en la comarca.
Hasta puntos estratégicos de estas partidas llegaron ayer por primera vez los camiones cuba enviados por Ayuntamiento de Xàbia para paliar los efectos del reventón. Y hasta esos puntos se tuvieron que desplazar también, en uno de los días más calurosos del verano, numerosos vecinos de la zona indignados por las molestias que este accidente les está ocasionando.
"Estás en una de las zonas más bellas del Mediterráneo, en un chalé sobre una montaña con unas vistas estupendas, y de pronto tienes que cargar garrafas de agua como hace 40 años, tal y como hacían nuestros abuelos; esto desde luego no parece Europa", señala Julián E., quien ayer comenzó de esta forma un tanto catastrófica sus vacaciones en Xàbia.
Los propietarios más antiguos de estas partidas también se quejaban ante la situación que sufren: "Nos habían prometido que con la desaladora nunca más tendríamos problemas de agua, nos habían invitado a la inauguración y todos nos encontrábamos muy satisfechos y, de pronto, te das cuenta de que todo son palabras y de que seguimos teniendo infraestructuras impropias de una población como Xàbia en pleno siglo XXI", resume con contundencia Josefa, quien tiene un chalé en la partida del Balcón al Mar desde hace tres décadas.
"Hace ya dos días que nos vemos obligados a acudir a casa de unos amigos en el casco antiguo para ducharnos y no hemos podido ni fregar los platos. Se trata de una situación indignante y vergonzosa para toda mi familia", agrega, molesta por la situación derivada del reventón esta vecina que reside buena parte del año en la localidad.
Fuentes de la empresa concesionaria del servicio, Amjasa, aseguraron que la mercantil está trabajando a marchas forzadas para solucionar la situación y que la normalidad en el suministro vuelva a todas las viviendas lo antes posible. En primer lugar, explicaron estas fuentes, se optó por la instalación de un grupo electrógeno para bombear agua desde un depósito. Pero esta solución no ha sido la ideal, debido a que el problema es de falta de caudales en la red y no de presión.
Ahora, los trabajadores de la empresa proceden a la sustitución de los 350 metros de la tubería de la Barraca, donde se localizó el fallo en el abastecimiento, y cuya antigüedad ha complicado las labores de reparación.
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