El alcalde de Vilardevós afirma que el incendio fue "claramente intencionado"

El incendio del pasado lunes en Vilardevós quedó controlado el mismo día a última hora y arrasó unas 167 hectáreas, según cálculos de los técnicos del Servizo de Defensa contra Incendios Forestais de la Xunta. El alcalde del municipio orensano, el socialista José Luis Pérez García, explicó que "la autoría de este incendio es claramente intencionada, porque los factores de viento y calor ayudan a que se haga más grande lo que prenden otros". "De hecho", añadió, "quien lo hizo sabía perfectamente cuál era su objetivo, porque la zona en la que se inició provoca un efecto chimenea que hace que se expanda con facilidad hacia las casas".

Los vecinos creen que la extensión del incendio se debió a la lentitud en la intervención de los medios de extinción. El propio alcalde expresó ayer su malestar por la actuación de estos efectivos de la Xunta, que se centraron "sobre todo en la A-52 y dejaron desatendida la otra zona". Esto, según él, "hizo que el humo se extendiera hacia el pueblo".

Los vecinos de la localidad afectada, Osoño, tuvieron que colaborar en la extinción cuando las llamas cercaron ya la casa rectoral, en el centro del pueblo, y amenazaron sus viviendas. Muchos aseguran que el incendio se habría podido sofocar en un primer momento, pero la falta de medios permitió que se expandiera. "Al final no hubo que lamentar ni víctimas ni daños materiales, pero el susto fue grande y todavía lo tenemos en el cuerpo", dicen. El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, defendió la labor de sus servicios de extinción. El de Vilardevós fue "un fuego muy difícil" y "los servicios de extinción se emplearon a fondo", dijo el conselleiro.

También ayer, la Guardia Civil informó de la detención de un vecino del municipio pontevedrés de Salceda de Caselas como presunto autor de siete incendios forestales ocurridos entre 2005 y 2007 en la parroquia de Picoña. Según el instituto armado, el arresto fue llevado a cabo la semana pasada por el Seprona de O Porriño, en colaboración con los efectivos de la Brigada de Investigación de Incendios Forestais de la Xunta y el agente forestal de la zona.

La investigación se inició tras constatar el "elevado número de incendios que se venían registrando en la parroquia" y que causaron "un grave daño medioambiental".