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La crisis del gobierno de Benidorm pone en la encrucijada a PP y PSPV

Los socialistas y un díscolo popular dejan sin margen de maniobra al alcalde

"Un barco debe tener su capitán. Algo tendrá que pasar, porque esta inestabilidad no puede seguir, a no ser que estemos inventando en Benidorm un nuevo sistema político", admite con resignación Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec de Benidorm. La meca el turismo de la Costa Blanca, que cada año recibe la friolera de casi cinco millones de turistas extranjeros y nacionales, ha desenterrado sus viejos fantasmas políticos, que han instalado al gobierno local en una crisis que no parece tener retorno.

El alcalde, Manuel Pérez Fenoll, del PP, ha perdido la mayoría absoluta de la que disfrutaba. El edil José Bañuls dejó el PP, pasó al grupo de los no adscritos y ahora, con los 12 concejales del PSOE, se ha formado una nueva mayoría. Un gobierno en la sombra que ha empezado una operación de "fiscalización, control y acoso" hacia el actual alcalde. El escenario más cómodo para los socialistas sería que el alcalde, al sentirse acosado y atado de pies y manos, dimitiera. De esta manera, se convocaría un pleno extraordinario para la elección del nuevo alcalde, que obligaría a Bañuls optar entre PP o PSOE, o lo que es lo mismo, entre Gema Amor o Agustín Navarro. Pero el PP rechaza este escenario.

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Los actores

Fuentes socialistas admiten que en toda esta operación ha sido el edil tránsfuga "el que marca la agenda y los tiempos, y él lo tiene muy claro". Bañuls recuerda que no hay ningún pacto con el PSOE y que en esta "nueva etapa", en la que la oposición asume el control, tienen "las herramientas suficientes para fiscalizar al alcalde". Ya lo ha demostrado en un pleno con varias mociones, entre ellas, tirar a asesores del calado de la tránsfuga Maruja Sánchez, que posibilitó en 1991 una moción de censura que aupó a Eduardo Zaplana a la alcaldía de Benidorm.

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El edil díscolo del PP, José Bañuls, ya es clave para la gobernabilidad del Ayuntamiento y baraja formar un partido político para romper con el bipartidismo. Bañuls critica al alcalde por "no haber cohesionado al equipo de gobierno, había desconfianza y recelos, y no supo reconducir la situación".

El PP en Benidorm, desde que Eduardo Zaplana emprendió su meteórica carrera política no ha sido precisamente una balsa de aceite. En la agrupación local hay varias familias rivales: por un lado los del actual alcalde, Manuel Pérez Fenoll, que con el aval del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, lanzó un órdago en toda regla para arrebatar la presidencia provincial del PP a José Joaquín Ripoll, último bastión del zaplanismo. Y perdió por cinco votos. La presidenta local del PP, Gema Amor, es otra zaplanista, diputada autonómica, concejal en Benidorm sin competencias y recién nombrada, por Ripoll, presidenta del Patronato del Turismo Costa Blanca. A ellos se suma el sector de Ángela Barceló, que perdió la presidencia local del PP frente Amor. Las tensiones en el seno del PP son evidentes. "El desgaste es brutal" admite una dirigente del PP. "El error fue menospreciar e infravalorar a Bañuls", confiesa otro veterano dirigente.

El nuevo y complejo escenario político en Benidorm incomoda tanto a populares como a socialistas. El sentir general de los socialistas alicantinos, y en especial de los pocos alcaldes de la comarca, es que la moción de censura es "una necesidad imperiosa". "Sería un respiro y un toque serio al PP. Aquí empezó Zaplana y Benidorm puede ser el inicio del fin de Camps", opina un diputado socialista. No obstante, la apuesta de los líderes socialistas locales por la moción de censura (incentivada por el recuerdo de octubre de 1991, cuando los socialistas fueron desalojados del poder por el mismo sistema) choca de plano con la posición de la dirección nacional del PSPV. En Blanquerías la crisis política de Benidorm se observa con "mayor distanciamiento" y se apuesta por un "no rotundo" a la moción y mantenerse firmes en la defensa del pacto antitransfuguismo, que el PP, en cambio, ha ignorado en Dénia, Calp y La Vila Joiosa.

Benidorm no es un pueblo cualquiera: es la capital de la comarca de La Marina Baixa, con una actividad económica importantísima por el turismo y un presupuesto de 105 millones de euros anuales. Y los socialistas tienen otra dificultad añadida: la número dos del PSPV es Maite Iraola, madre de la secretaria de organización del PSOE en Madrid, Leire Pajín. Y si los socialistas llegan al poder con un tránsfuga situarían a Pajín en el centro de la diana del PP.

Grupo mediático local en la sombra

En política no hay nada gratuito, y cada acción la mueven determinados intereses personales, políticos y, sobre todo, económicos. El PP se ha encargado de tejer y difundir toda una trama político empresarial entorno a José Bañuls, del que no han cuestionado nada mientras ha estado de concejal con ellos. Pero ahora el PP vincula al edil tránsfuga con un grupo mediático-empresarial, del que forman parte los constructores Fernando Moragón (Acintur) y el castellonense Jaime Doménech, y que tiene supuestos intereses urbanísticos en la comarca. Estos empresarios inyectaron capital para reflotar un grupo mediático de comunicación Noticias Benidorm, propietario de un periódico gratuito, una televisión y una radio sin licencia, cuyo posicionamiento ha sido clave en toda esta operación.

El grupo Noticias, dirigido por Leopoldo Bernabéu, fue el origen del caso de las facturas de Elche que puso en un brete al número dos del PSPV, Alejandro Soler, ya que fue el diario gratuito de este grupo mediático el que difundió los pagos de facturas de actos electorales con dinero del Ayuntamiento. El grupo Noticias en Benidorm, que antes apoyaba a Pérez Fenoll y ahora abiertamente lo critica y defiende a Bañuls, reclama al Ayuntamiento más de un millón de euros de facturas pendientes desde el año 2002 hasta hoy en base a unos acuerdos verbales tanto con el anterior alcalde, el fallecido Vicente Pérez Devesa, como con Pérez Fenoll. El Ayuntamiento no reconoce la deuda porque las facturas no están "debidamente acreditadas ni justificadas".

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