"Ni Balón de Oro ni historias"

El mejor jugador de la Eurocopa, de la final de la Liga de Campeones y del partido de ayer, siempre según las votaciones de los expertos, se mostraba anoche, ante los periodistas, con la naturalidad que le caracteriza. No hay distinción que no merezca un recuerdo a sus compañeros. "Yo soy el socio de todos", volvió a expresar. Preguntado si después de tantos galardones individuales no siente que le ha llegado el turno de ganar el Balón de Oro, el violinista subrayó de nuevo su discurso habitual: "Ni me lo planteo. Por mis características, soy un futbolista que necesita a los demás. Así que ni Balón de Oro ni historias".

Con su cara inocente, el pelo puntiagudo y un trofeo a la vista, el eje de la selección española enfatizó "la satisfacción y el privilegio" que le supone jugar en un equipo capaz de enlazar 15 victorias: "Nuestra filosofía es muy buena y queremos seguir así, disfrutando, porque nos quedan objetivos por alcanzar". Aun sin alusión directa, era obvio que en la mente de Xavi, como en toda esta generación de internacionales, el gran reto es el Mundial de 2010, sin descartar, claro, una parada en el podio de esta Copa Confederaciones. ¿Es ésta la mejor selección de cualquier país que haya visto jugar?, se le preguntó: "No sé si es la mejor. Esa respuesta corresponde a los periodistas. Pero sí es verdad que tenemos talento y humildad. Sabemos lo que es trabajar". Feliz por el devenir de España, pero con un vacío concreto: "Ya he hablado con Iniesta por mensaje... ¡Y está mejor!".

Al lado de Xavi, su guía en esta aventura, Vicente del Bosque, al que, como a su termómetro en el césped, los éxitos no le engordan el ego. Sosegado y reflexivo, el seleccionador deslizó que el récord refleja "una continuidad" con el camino marcado en la Eurocopa, un guiño honrado a la obra de su predecesor, Luis Aragonés. Respecto al partido, se mostró satisfecho con las rotaciones -hizo debutar en el torneo a Llorente y Pablo Hernández- "porque el calendario lo permite y, así, ya hay 22 jugadores que han tenido su cuota de participación". "No puedo pedir más: estreno y gol", dijo Llorente. Sólo queda por jugar el tercer portero, Diego López.

A Del Bosque le gustó el gobierno de España durante 70 minutos -"a excepción de los últimos 20 del primer tiempo"- y no constató que al equipo le cueste en ocasiones desplegarse por los costados: "Hemos tenido opciones con Arbeloa y Riera por la izquierda y Puyol por la derecha. Es cierto que, a veces, cuando fortaleces una zona, desproteges otra, pero hemos sabido tener la pelota para cansar al rival".

Medirse a equipos que se cierran tanto tiene su explicación. "Es el precio del respeto que nos tienen", razonó Torres, que celebró "haber conseguido un récord fantástico". "Finalmente, saldremos en los libros", dijo Reina; "la marca no es menor porque hemos hecho historia". En su opinión, el encuentro fue "difícil". "Los surafricanos son muy fuertes. Ha sido complicado", le secundó Arbeloa; "tendremos que irnos acostumbrando a este tipo de partidos, a tener paciencia y saber madurarlos".

Como ayer. Cuando el adversario bajó la guardia, España no perdonó. Apareció Villa. Falló un penalti, pero un minuto después metió un gol que festejó con rabia: de un patadón, arrancó un banderín. "Me molesta mucho fallar penaltis. De ahí, la celebración. Habría preferido marcar el penalti, aunque el gol ha sido bonito", dijo antes de reconocer que en el campo y los entrenamientos se libera de la tensión que le genera no saber dónde jugara el curso que viene. "Trato de hacerme inmune a todo eso. Afortunadamente, tengo unos compañeros excelentes. Estoy contento porque mi rendimiento no ha bajado y eso me reconforta", aseguró el segundo goleador de la selección. "Ves la lista de los diez primeros y estar por encima de jugadores que son leyenda me llena de orgullo", dijo el día que rompió su silencio ante la prensa. "El objetivo se ha cumplido. Queríamos pasar ganando los tres partidos y lo hemos conseguido", concluyó ayer.

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