Nadal, contra el fantasma de Panatta

Roland Garros vio ayer lo que no había visto nunca: a Rafael Nadal perdiendo (5-7). Fue en una exhibición contra el argentino Brian Dabul, que tuvo que enfrentarse a una tormenta de periodistas ávidos de conocer los secretos que le habían llevado a derrotar al tetracampeón invicto. Nadal busca su quinto Roland Garros consecutivo, lo que no ha conseguido nadie. El sueco Bjorn Borg, seis veces campeón, cuatro seguidas, sólo perdió contra el italiano Adriano Panatta. Hoy arranca el torneo y los técnicos de los mejores jugadores analizan cómo dar forma a su heredero.

"Esto es como en la era de Borg", resume Larry Stefanki, entrenador de Andy Roddick, el número seis; "el único que pudo con él era un gran sacador, uno que hacía en cada pelota el chip and charge (cortar y subir a la red), que intentaba robarle el tiempo, no darle ritmo. Para ganar a Nadal aquí hay que hacer eso. Debe hacer mucho calor y que la pelota pese poco. Jugar como él, desde muy atrás, es una apuesta perdedora. Hay que presionarle. Atacar la bola pronto, evitar los intercambios largos y golpear muy plano. Hay que jugar como a inicios de los 80 o esperar que llegue un tenista más joven y que corra más. Yo no lo he visto. ¡Y tiene 22 años!"

¿Es Roger Federer, el número dos, ese hombre? "Hay que acortar los puntos y no darle ritmo", dice José Higueras, que guió al suizo sobre tierra en 2008; "sólo lo puede hacer Federer. Y hay algunas fases en las que no lo hace tan bien como para ganarle. Extender ese tipo de juego cinco sets es difícil. A Roger le veo mejor físicamente, lo que le permite ponerse mejor delante de la pelota. Ha perdido peso. Se está moviendo mejor. Y con su talento puede ganar a cualquiera".

Federer sólo se puede enfrentar a Nadal, que debuta mañana contra el brasileño Daniel, en la final. Para eso, si las previsiones se cumplen, debería ganar a Novak Djokovic, número cuatro, en las semifinales. Un hueso duro. El mismo que en Madrid tuvo tres bolas de partido contra el número uno. "Novak es el que está más cerca de Rafa porque es el más agresivo", dice Marian Vajda, su técnico; "golpea, varía y sube. Querría que sirviera mejor, pero lo fundamental es su agresividad".

La agresividad. Es el punto común en todas las recetas. ¿Por qué no la aplican? "Porque eso fatiga... Rafa te hace jugar al límite", contesta Àlex Corretja, asesor de Andy Murray, el número tres; "ahogado tres horas, es muy difícil jugar. Rafa impone una intensidad y una regularidad sobresaliente en todo el partido. Los demás, normalmente, tienen un bajón".