El récord del quinto doblete

Fernando Daucik alcanzó la gloria en el banco con su cuñado Ladislao Kubala en la cancha. El Barça de les Cinc Copes fue un equipo tan familiar y próximo como imparable e inolvidable por su fútbol y por sus títulos: ganó la Liga y la Copa dos temporadas consecutivas: la 1951-1952 y la 1952-1953. El doblete no se repitió hasta la llegada de Helenio Herrera, en 1958-1959, ya con Luisito Suárez en nómina y Juanito Segarra de capitán, un equipo extraordinario que con el tiempo capituló en la final de los postes de Berna. Repetirían títulos los azulgrana en la temporada 1997-1998 con Louis Van Gaal como sustituto de Bobby Robson y heredero de la cultura del Ajax, y Rivaldo, Luis Enrique y Figo de abanderados. Pep Guardiola ha sido el último en ganar en un mismo ejercicio los dos torneos más emblemáticos del fútbol español. Los azulgrana cantaron anoche el alirón en la Liga después de levantar la Copa del Rey el miércoles en Mestalla ante el Athletic de Toquero.

Únicamente el equipo vasco y el Barcelona han ganado el doblete en cinco ocasiones, por cuatro del Madrid y una del Atlético. El Athletic fue el rey del mambo hasta la llegada de Kubala a Les Corts y de Di Stéfano a Chamartín. La Liga y la Copa fueron rojiblancas en 1930 y 1931, cuando Lafuente, Iraragorri, Bata o Gorostiza, momentos de gran riqueza en la cantera; y también en 1943, tiempos en que se inmortalizaría la famosa delantera: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza; y en 1956, con Daucik en el banquillo, y Carmelo, Orue, Canito, Garay, Mauri, Maguregui, Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y Piru Gainza en la alineación; y, finalmente, en 1984, la época de Javier Clemente, de Zubizarreta, de Sarabia, de De Andrés.

Ha vuelto el Athletic a una final de Copa después de 25 años. La disputa de la Liga, en cambio, le ha quedado lejana desde la sentencia Bosman. Únicamente el Atlético de Madrid (1995-1996), el Deportivo (1999-2000) y el Valencia (2001-2002 y 2003-2004) han discutido el bipartidismo de Barcelona (9) y Madrid (11) desde el último éxito del Athletic en 1984.

Los azulgrana han recuperado la jerarquía en la Liga después de dos años de triunfos madridistas y siguen siendo los reyes de Copas (25) tras repetir éxito en Mestalla después de 11 años (1998). Viaja el Barcelona a una velocidad récord. A día de hoy prácticamente sólo le queda por batir el registro goleador del Madrid de Toshack (107 tantos), marca accesible si se tiene en cuenta que suma 103 y le quedan aún tres partidos de Liga por disputar.

Guardiola ha armado un equipo de juego tan seductor como efectivo con vistas al marcador, comparable únicamente al de les Cinc Copes, ganador de la Liga, la Copa, la Copa Latina y los trofeos Duward y Martini Rossi, que se concedían al cuadro más goleador y menos goleado del campeonato (1951-52). El plantel de Guardiola aspira por vez primera a la triple corona y, por tanto, a ganar al Manchester United en la final de la Champions del próximo día 27 en el estadio Olímpico de Roma, un feudo precisamente que bien conoce el actual técnico azulgrana por haber militado en el equipo italiano cuando era entrenado por Fabio Capello.

A sus 38 años, Guardiola, por lo demás, es el técnico más joven, y también el primer catalán, en conseguir el doblete en la historia del Barcelona. La figura de Guardiola empieza a ser comparada con las más legendarias de la institución azulgrana. "Estoy muy contento", argumenta hoy el entrenador barcelonista. "Tuve confianza desde el inicio en que todo iría bien, aunque era difícil pensar que tuviéramos tan buenos resultados". Hay quien sostiene que puede tener el mismo impacto que Pepe Samitier porque se supone que con el tiempo Guardiola será el director deportivo del club, precisamente el cargo al que aspiraba en las elecciones de 2003 cuando se presentó en la candidatura de Luís Bassat, superada entonces por Joan Laporta.

Aconsejado por Johan Cruyff, Laporta apostó por Guardiola como sustituto de Frank Rijkaard y su estreno en el campenato ha sido espectacular. Inteligente y muy preparado, Guardiola ha llevado al Barcelona hasta la cima: el equipo azulgrana ha alcanzado su quinto doblete y nadie ha puesto un solo reparo. Ni siquiera el Athletic. Son tiempos de rosas y vino en el Camp Nou.