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Crónica:32ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Superlativo Iniesta

El Barça resuelve de un plumazo, con un juego demoledor y cuatro goles de todas las facturas

Ramon Besa

Los partidos del Camp Nou empiezan donde acaban los del Bernabéu, incluso en las jornadas que se anuncian como definitivas, por el ruido que provoca la épica frente al silencio que despierta la estética. Al triunfo agónico del Madrid respondió el Barcelona con una celestial victoria, descontada nada más comenzar el encuentro. A los dos minutos ya había marcado un gol y pasado el cuarto de hora se cantó el segundo, de manera que los aficionados se olvidaron del penalti de Casquero y el tanto de Higuaín, que habían provocado el insomnio de los más derrotistas y despertado el sueño madridista de alcanzar la Liga. El equipo azulgrana se recreó con la presión blanca y ofició un partido estupendo.

BARCELONA 4 - SEVILLA 0

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Márquez (Sylvinho, m. 82), Abidal; Xavi (Bojan, m. 74), Touré, Keita; Iniesta (Hleb, m. 60), Eto'o y Henry. No utilizados: Pinto, Puyol, Messi y Busquets.

Sevilla: J. Varas; Mosquera (Konko, m. 65), Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Maresca, Romaric, Capel; Luis Fabiano (Renato, m. 56) y Koné (Kanouté, m. 46). No utilizados: Vargas, Duscher, Prieto y Perotti.

Goles: 1-0. M. 2. Iniesta desde la frontal del área la coloca en la escuadra. 2-0. M. 16. Eto'o aprovecha un pase de Iniesta. 3-0. M. 48. Xavi, a pase de Iniesta, la coloca desde la frontal del área. 4-0. M. 54. Henry cruza, tras otro pase de Iniesta.

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Navarro, Abidal, Mosquera.y Alves

Camp Nou. 76.386 espectadores.

El Sevilla apenas remató a portería, y se limitó a aplaudir a un líder en forma
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Más goles que el 'dream team'

Al Barça se le presentaba aparentemente un duelo muy complicado contra el Sevilla. A la hora de la verdad, sin embargo, el litigio duró más o menos lo mismo que la remontada del Madrid. Igualmente resultadistas por el momento, el fútbol de un equipo y otro no admite comparación por antagónicos. El azulgrana es sensato y virtuoso mientras que al blanco, desde el caos, le anima la resistencia y la locura.

Aunque nunca dejó de jugar, el Barça resolvió el partido al principio con una sencillez extraordinaria, prácticamente en silencio, de forma serena y exacta, tal y como es Iniesta. Nada que ver con el arrebato protagonizado a última hora por Higuaín en el Madrid. La actuación azulgrana fue exquisita por natural, por artística, por poética. Todos los goles tuvieron la misma factura. Recuperan la pelota los delanteros con su presión, la juegan los interiores con profundidad y la puntean unos u otros con precision, los que antes llegan al área contraria, siempre en superioridad frente a la defensa adversaria. La parábola de Iniesta resultó tan delicada (1-0) como su combinación con Xavi antes de armar el remate de Eto'o (2-0). Resulta igualmente muy difícil acabar una jugada tan bien trenzada como lo hizo Xavi (3-0) y, por supuesto, el gol de Henry (4-0) también fue muy meritorio.

El ejercicio futbolístico azulgrana tiene su importancia por la dificultad del rival, por la presión del marcador del día anterior y porque ni siquiera precisó de Messi, al que le dolía la tripa y se quedó en ayunas después de perder un kilo y medio durante la noche anterior. Al Barça le alcanzó con Iniesta. El volante cuadró una partido memorable como centrocampista y como delantero. Abrió el marcador con un remate delicioso a la cruceta del novel Javi Varas y después combinó con Xavi para descuartizar al Sevilla con tres asistencias prodigiososas. Un ratito nada más comenzar y unos minutos después del descanso fueron suficientes para que Iniesta fuera canonizado.

Guardiola le retiró poco después de que Henry anotara el cuarto gol para que la hinchada le ovacionara por su juego de tiralíneas. Había acabado el grueso del partido y sólo quedaba tiempo para los detalles. La presencia del Sevilla ayudó a agrandar el triunfo del Barça porque el equipo de Jiménez se plantó muy flamenco en la cancha, fuerte por fuera con dos volantes y duro por dentro con los mediocentros, dispuesto a ir a por el partido, incluso sin Kanouté. Al igual que pasó con otros tantos rivales, el Barça le empequeñeció. Fracasaron los sevillistas en su intento de disputar el balón al Barça, que estuvo nuevamente omnipresente en la defensa y el ataque, incansable y continuo en su juego limpio, plácido y poético, alejado del cuerpo a cuerpo, del alboroto, del futbol callejero y prosaico.

Disfruta el equipo y se lo pasa en grande la afición del Barça, que anoche acudió con ganas a la llamada de su entrenador. Hay pocos espectáculos que merezcan más la pena que un partido en el Camp Nou. Hay tiempo para paladear el juego y también para hacer la ola y después aplaudir a los futbolistas cuando Guardiola les cambia con vistas a compromisos futuros igualmente exigentes. Iniesta y Xavi fueron los más vitoreados después de combinarse de forma estupenda, siempre a un toque, igualmente veloces e inalcanzables para sus marcadores, en sincronía con la presión de Eto'o y Henry, para suerte de los zagueros.

El Sevilla apenas remató a portería y se limitó a aplaudir a un líder que llega en buena forma al tramo decisivo. Pocas veces había resuelto un partido complicado con tanta sencillez. Ante la percusión de Chamartín, nada mejor, de momento, que atender al violín de Iniesta.

Iniesta celebra su gol al Sevilla, el primero del Barça.
Iniesta celebra su gol al Sevilla, el primero del Barça.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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