Ramos, la alternativa a Pepe

Desde que se recuperara de su lesión muscular, hace ya casi dos meses y medio, Pepe no se había perdido un partido. Juande se encuentra hoy por primera vez con la baja del portugués, por sanción. "Es la mejor de las noticias", comentó ayer Simão, que considera un "monstruo" a su compañero de selección.

Juande ha jugado al despiste toda la semana. Mientras Pepe cumplía un plan específico de trabajo en el gimnasio para el partido del martes en Anfield, el técnico probó en días alternos con Metzelder y Sergio Ramos en el eje central.

Todo indica que será finalmente el andaluz quien sustituya a Pepe en el medio de la zaga, para intentar frenar a Agüero y Forlán. "El que salga va a hacerlo bien y no me preocupa porque tenemos centrales específicos para entrar uno por otro, o jugadores polivalentes que pueden cambiar de posición sin cambiar el rendimiento", explicó el manchego.

Centrales específicos sólo hay dos: Cannavaro y Pepe. Polivalentes también hay dos: Sergio Ramos -que cuando hace falta también ejerce de Robben como la semana pasada contra el Liverpool- y Miguel Torres. Este último ha jugado de central, lateral derecho e izquierdo cuando el equipo estaba en situación de emergencia. Pero Juande ayer le dejó fuera de la convocatoria.

Sergio Ramos ya jugó de central en la época de Capello; Schuster nunca le colocó ahí porque no soportaba perder empuje en la banda; el técnico manchego, en cambio, ha demostrado que lo del empuje no es algo que le preocupe en exceso. Y de hecho ha utilizado a Ramos tres veces de central colocando a Lass en el lateral derecho. Hoy, frente al Atlético, es muy probable que Michel Salgado ocupe esa posición. "Me planteo dar descanso a algunos porque las dos competiciones son importantes

[Liga y partido de Champions del martes] y tengo que equilibrar bien al equipo para que se resienta lo menos posible", comentó el técnico.

Gago, tocado, será el que entre en las rotaciones a favor de Guti. Drenthe volvió ayer a entrar en la convocatoria, más de un mes después de su última aparición. Fue contra el Deportivo (25 de enero) y el holandés, hundido por los pitos y las carcajadas del público, abandonó el Bernabéu con ojos llorosos. La semana siguiente pidió a Juande que dejara de convocarle porque no se sentía preparado para aguantar el chaparrón.