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Reportaje:ELECCIONES 2009 | La campaña

Entre la facción y el efecto Zapatero

La derecha retrocede en la provincia de Ourense, el feudo que el popular José Luis Baltar, antes en Coalición Galega, heredó de la UCD

A las 00.00 horas del 11 de mayo de 2007, comienzo de la campaña de las municipales, el presidente provincial del PP durante las últimas dos décadas, José Luis Baltar, no tocó el trombón. PSdeG y BNG llevaban dos años al frente de la Xunta y sus pegadas de carteles congregaron, por primera vez en muchos años, a la mayoría de seguidores orensanos. Baltar y los suyos mostraron recato. La charanga del presidente con la que, campaña tras campaña, solía alardear de supremacía política al son de la cantinela "si no eres del PP, jódete", se quedó en casa. Dos semanas después, la provincia tradicionalmente más abstencionista de Galicia registraba el mayor porcentaje de participación y sellaba el fin de la hegemonía que el PP había mantenido durante la democracia. Aún manteniendo su superioridad, los populares reducían sus votos en un 7,4% desde 2004 y el PSdeG aumentaba el 6,53%. El BNG creció un 0,65% en el rural y en la capital perdió 2.500 votos.

Coalición Galega aportó un excedente al PP que empezó a decaer en 2005
El peor resultado del BNG desde 1989 fue en las elecciones que perdió Fraga
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El resultado de las municipales, que propició el gobierno de coalición PSdeG-BNG en la ciudad de As Burgas y en numerosos ayuntamientos de la provincia, era la consumación de una evidencia. El PP había comenzado a desinflarse en las autonómicas de 2005, en las que obtuvo el 50,60% de los votos de la provincia frente al 57,03 de 2001. Era la peor marca obtenida por el partido desde 1993. Hasta entonces, la desaparición de Coalición Galega, partido del que Baltar fue fundador y que acabó integrándose en el PP, había reportado en la provincia un excedente de votos a los populares que empezaba a decaer.

En Ourense más que en ninguna otra provincia, el excedente de la UCD, que había comenzado a perder su hegemonía ya en las autonómicas de 1981, alimentó la continua supremacía del PP orensano: en las autonómicas de ese año UCD obtiene en Ourense 15 puntos más que la media gallega. La integración, en 1991, de Centristas de Galicia, escisión de Coalición Galega comandada por Victorino Núñez y José Luis Baltar, en el PP supuso una continua lucha interna en el partido (los sectores todavía hoy enfrentados de boinas y birretes) pero una garantía de éxito electoral que permitió al propio Baltar el control absoluto del partido.

Mientras, el refundido PP controlado por el presidente de la Deputación se hacía fuerte en la provincia de Ourense y amagaba con la escisión cuando Manuel Fraga intentaba controlarlo, los socialistas se enfrentaban a una descomposición interna con reflejo en las urnas. Los casos de corrupción del Gobierno del PSOE (tema estrella del congreso del PP en 1993) tuvieron su traducción en la provincia de Ourense. El alcalde socialista Manuel Veiga Pombo perdió las elecciones de 1995. El popular Manuel Cabezas se hizo con la alcaldía, Veiga se retiró y los socialistas iniciaron su particular batalla interna que se prolongaría hasta avanzado el año 2000.

En las autonómicas de 1993 el PSOE orensano había perdido casi 7 puntos y echado por tierra una lenta pero ascendente carrera electoral. Las crisis internas por el control del partido en la provincia eran constantes y la caída electoral iniciada en 1993 con el 25,33% de los votos no fue más que el anuncio de lo que habría de venir. Los socialistas orensanos tuvieron su peor resultado en 2001: 19,17% de los votos y superados, por segunda vez consecutiva, por el BNG, con el 20,15%. La llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la refundación del PSdeG provincial (desaparecido en la capital orensana a comienzos de 2000) marcan el inicio de una etapa que se traduce en la subida de votos en las autonómicas de 2005. Obtienen el 30,72% de los sufragios, aún alejados de la supremacía del PP, que supera el 50%, y marcan la distancia con el BNG, que baja al 16,24%.

La estrella nacionalista en la provincia de Ourense se encendió en los 90. El acceso del BNG a la alcaldía de Allariz, en 1989, comandado por un joven Anxo Quintana marcó el avance de la formación nacionalista en la provincia. Hasta las autonómicas de 1993 su respaldo electoral era prácticamente simbólico (entre el 3,05% y el 5,41%). El BNG competía con los conservadores de Coalición Galega, que en 1985 llegó a obtener el 22,70% de los votos orensanos, y con el PSG-EG.

1993 fue el punto de inflexión. El BNG obtiene un respaldo electoral del 16,89%. El apoyo crece hasta el 21,19% en la siguiente cita electoral, cuando superan al PSdeG. Pero los orensanos retiran su apoyo a la formación nacionalista en 2005. Encabezaba el cartel Anxo Quintana, pero el efecto Zapatero y la recomposición socialista en la provincia lo frenaron: el BNG cae al 16,24%, el peor porcentaje desde 1989. Pero en el feudo de Baltar no sonaba el trombón: el PP perdía 7 puntos.

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