"Guardiola fue valiente, pero yo me lo he currado"

A Sergi Busquets (Sabadell, Barcelona; 1988) le tendió la mano Pep Guardiola y se lo llevó al primer equipo del Barça. Ahora resulta que lleva 25 partidos jugados y que sus compañeros le buscan en el campo. Hace cinco meses estaba en Tercera División. Hoy escuchará la charla de Vicente del Bosque y quizás debute con la selección española absoluta. Mucho camino en poco tiempo.

Pregunta. ¿Ya se ha quitado la etiqueta de hijo de...?

Respuesta. Soy el hijo de Busquets [Carles, portero del Barça entre 1988 y 1998]. A mucha honra. De niño, iba a verle al Camp Nou. Pero está muy claro que no estoy donde estoy por ser su hijo.

P. Debe de estar flipando.

R. Pues sí. Ayer cené con jugadores a los que hace poco animaba delante de la tele durante la Eurocopa. Sí, flipo; claro que flipo.

"Flipo': ayer cené con jugadores a los que hace poco animaba delante de la tele"

P. ¿Ha pensado qué sería de usted de no haberse cruzado Guardiola en su camino?

R. Sí, a veces lo pienso. Pero la respuesta no está clara. Nunca sabes... También muchas veces pienso que lo que estoy viviendo no me está pasando, que es un sueño. Pero ¿sabe?...

P. ¿Qué?

R. Que me lo he currado. Guardiola tuvo valor, un par de... Bueno, fue muy valiente. Pero algo vería en mí, digo yo, ¿no? Y le aseguro que me lo curro cada día.

P. ¿De qué sirve haber tenido un padre que jugó de guardameta en el Barcelona?

R. Pues que he crecido en un ambiente determinado. A mi padre le pasaron cosas que ahora me pasan a mí y yo lo vi. Por eso sé de qué va esto y no se me va la cabeza.

P. ¿Qué consejo le da?

R. Que no me lo crea, que me lo curre y, sobre todo, que piense en el día a día, que mañana nunca sabes...

P. ¿Por qué usted nunca jugó de portero?

R. Porque no me gusta que me metan goles. Jugar al fútbol es divertido si tocas la pelota. Para no tocarla, mejor no juegas.

P. Dice Guardiola: "Es difícil que Busi juegue mal. Tiene mucho carácter y personalidad. Es un jugador diferente. Sabe jugar al fútbol".

R. ¿Qué puedo decir? Puedo jugar mal, pero siempre juego fácil.

P. Y no se arruga. A los datos me remito. Es el jugador de la plantilla que más faltas hace. ¿Tiene que ver con su formación? Usted llegó al Barcelona siendo juvenil, jugó en equipos menores, en campos de tierra...

R. No sé... Tengo mi personalidad. Cobarde no soy. No es lo mismo crecer en el fútbol de equipos buenos como el Barcelona o el Espanyol, en un filial de los grandes, que siempre tienen la pelota. Yo me la tenía que ganar. Pero siempre me gustó jugar al pie, rápido, de primera. Yo creo que me dan más patadas de las que doy.

P. Cierto. También es el jugador del equipo que más faltas recibe. ¿Tiene alguna razón?

R. ¡Eso me gustaría saber! Será porque tengo las piernas muy largas. Se creen que no llego a la pelota, pero llego, la toco con la puntita y... ¡me llevo una patada!

P. Volviendo a Guardiola, ¿es un entrenador tan pesado como parece?

R. No, qué va, para nada. Igual yo tengo la ventaja de que le conozco mejor que nadie en el equipo. Bueno, Víctor Sánchez y yo, que estuvimos en el B con él, le conocemos mucho. Tampoco se tiene que ser muy listo para entenderle. A mí me dijo lo que quería al principio de la temporada y no hace falta que me lo repita cada partido.

P. ¿Qué le pide?

R. Nada; que juegue como sé, que juegue fácil, a uno o dos toques. Un día nos dijo que cuanto más rápido tocáramos la pelota más se cansaba el rival.

P. ¿Y usted qué hace?

R. Pues tocarla. En mi posición, de lo que se trata es de pensar rápido y, como no tengo mucho problema para jugar con las dos piernas, eso hago, tocarla.

P. ¿En qué sueña?

R. En nada porque ya vivo mi sueño. Lo que hago es trabajar para el equipo.