"Me siento igual de cómodo cantando ópera o pop"

Vittorio Grigolo (1977) no tiene el aspecto que se le supone a un cantante de ópera clasico. Quizás porque tampoco lo sea. Hay quien le describe como una mezcla de Robbie Williams -por su atractivo y su imagen- y de Luciano Pavarotti -por la voz-. De hecho, ha sido disco de oro en Reino Unido por el álbum In the hands of love, un género que él ha definido en alguna ocasión como popera en el que interpreta desde All in love is fair de Stevie Wonder a la Maria de West Side Story.

Ahora está en Valencia en su faceta más netamente operística. El lunes estrena en el Palau de les Arts la ópera Fausto, en la versión de Charles Gounod. Vittorio Grigolo interpreta el papel protagonista en una producción en la que participan también Erwin Schrott (tenor, como Mefistófeles) y Natalia Kovalova (soprano, en el personaje de Margarita) bajo la dirección musical de Frédèric Chaslin y la dirección de escena de David McVícar.

Grigolo fue el tenor más joven en cantar en La Scala de Milán

"Lo más difícil del papel es la caracterización del personaje"

Minutos antes del ensayo, Grigolo recibió ayer a este diario y habló de las similitudes entre el pop y la ópera. "Cuando deseas comunicar algo, sirven los dos estilos; ambos están basados en la estimulación visual, auditiva, en transmitir sentimientos, emociones..." Por eso sostiene que le da un poco igual uno u otro: "Me siento tan cómodo en mi faceta de cantante de pop como en la de tenor". Eso sí, "en el primer caso, con la promoción, visitas a televisiones, radios, entrevistas y demás es más difícil mantener el contacto con la realidad".

En la biografía de Grigolo hay varios aspectos llamativos. De niño fue cantante solista del Coro de la Capilla Sixtina. Fue el primer italiano en ser eximido de cumplir el servicio militar para que su prometedora carrera no se viera truncada -"ahora muchos futbolistas también lo piden y se lo conceden"-. Con solo 18 fue aceptado en la Compañía de Ópera de Viena y a los 23 se convirtió en el tenor más joven en cantar en La Scala de Milán.

Fausto llega a Valencia tras su paso por la Royal Opera House Covent Garden de Londres. "Lo más difícil de este papel es la caracterización del personaje", apunta Grigolo. "Al comienzo de la obra Fausto tiene voz de viejo, sin vibración, se le nota un tono cansado, con una respiración a golpes como la de la gente de edad avanzada", relata. "Luego le cambia la voz, es más enérgica, y este contraste es uno de los aspectos que requiere el personaje". El tenor destaca esta evolución como uno de los principales atractivos de su papel. "En la vida lo más interesante está en el cambio, el contraste".

Tanto Alfredo Kraus como Plácido Domingo han interpretado en numerosas ocasiones a Fausto de forma distinta. "Con su gran voz, Kraus tenía un estilo muy pulido, muy elegante, cercano al estilo de canto francés y más alejado del puciniano. Domingo le daba un perfil más físico, como todo lo que hace". ¿Y Cómo es el Fausto de Grigolo? "Es más joven y más atlético, capaz de atraer al público de menor edad". Algo nada sencillo. "Una ópera con cinco actos como esta es como un partido de tenis. Llegar al último acto con la misma potencia de voz del primero exige la condición física de un atleta".