Un hombre muere en un tiroteo en Benalmádena
La Costa del Sol sumó la noche del sábado su segunda muerte violenta en menos de una semana. La víctima, de 30 años y nacionalidad irlandesa, fue tiroteada mientras paseaba por una zona turística de Benalmádena.
Aunque la policía no confirmaba ayer la identidad del fallecido, la televisión pública irlandesa (RTÉ) aseguró ayer que se trata de Richard Keogh, vinculado con el tráfico de drogas y buscado por las policías irlandesas y británica. Los investigadores manejaban una identidad distinta, aunque de forma provisional porque podría ser un nombre falso.
El tiroteo ocurrió a las 23.15. La víctima había estado tomando unas cervezas por una zona aledaña al Casino de Torrequebrada, y caminaba por una calle paralela a la Avenida del Sol, muy cerca de la entrada al garaje de un supermercado. En ese momento se le acercó un vehículo y alguien desde dentro disparó 10 veces contra él, según la RTÉ.
Zona poco poblada
Un vecino alarmado por el ruido avisó a la Policía Local. Creyó que alguien estaba tirando petardos, pero al asormarse al balcón descubrió a la víctima tirada en el suelo. Los servicios de emergencia certificaron la muerte. La zona quedó acordonada.
"Es poco probable que hubiera mucha gente en la calle porque esta zona está muy poco poblada en invierno y anoche hacía mucho frío", señalaron fuentes municipales. La policía encontró abandonado un turismo que podrían haber utilizado los autores del homicidio.
En el último año han sido frecuentes los ataques a ciudadanos de origen irlandés en la Costa del Sol. El pasado febrero, Paddy Doyle, un conocido capo de Dublín de 28 años, fue acribillado en una urbanización residencial de Estepona. En agosto otro irlandés de 38 años recibió varios disparos mientras tomaba un café en un pub de Marbella.
La búsqueda de los autores del tiroteo de Benalmádena se une a la investigación de un secuestro que ha costado la vida a un industrial marbellí hace apenas cinco días. Los captores comienzaron pidiendo por la vida de Fernando Moreno, de 76 años, dos millones de euros, y terminaron por abandonarlo amordazado en una caseta de la carretera de la localidad vecina de Istán. Murió asfixiado.
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