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Reportaje:

Kovacevic se desata las botas

Los médicos aconsejan al ex punta de la Real que deje el fútbol tras operarle del corazón

Jordi Quixano

El viernes pasado, Darko Kovacevic (Kovin, Serbia; 1973), delantero del Olympiakos, entró en la lista de convocados para medirse al Xanthi. "Hizo un entrenamiento excepcional", le reconoce el técnico Ernesto Valverde. "¡Estoy fantástico, como un chaval!", soltaba a los cuatro vientos el futbolista, que apenas había entrado en los planes del entrenador durante la temporada. Segundos después, alarmado y a empellones, el cardiólogo del equipo, Panos Tamatopoulos, llegó al vestuario. "No debes jugar. Ni siquiera correr. Tienes un problema serio en el corazón", le advirtió sofocado. Así, Kovacevic se cayó de la lista y con casi toda probabilidad del fútbol. Ayer fue operado del corazón tras detectársele varias arterias obstruidas. "Precisara medicación durante un año y debe evitar cualquier situación de estrés. Algo muy habitual a nivel deportivo de élite", apuntó Mariano Larman, el doctor que le practicó la operación; "por lo que ha de pensar en la retirada".

Como los antecedentes de Kovacevic eran inquietantes -su hermano (31 años) y su padre se murieron de un ataque al corazón-, Tamatopoulos le hacía pruebas cada dos semanas. En los últimos análisis se encontró con parámetros muy raros. "Cuando se ponía nervioso había que controlarle, porque es de tensión alta", cuenta Jon Aspiazu, ayudante de Valverde. Pero él siempre reía. "Es un golpe muy duro para el vestuario", prosigue Aspiazu; "porque lo suyo es el cachondeo y las bromas con los compañeros". El vestuario, cariñosamente e impulsado por sus dos grandes amigos Galletti y Djordjevic, ya le había apodado El abuelo por sus consejos y su edad. "Es un tío vital, que transmite mucho. Una persona muy querida", le define Valverde. Tanto, que la afición del Olympiakos le hizo una canción personalizada el año pasado. Kovacevic respondió con el pichichi del campeonato.

Darko entiende el fútbol con el gol. Desde que debutara en el Estrella Roja de Belgrado siempre perforó las porterías. Como hizo en el Sheffield Wednesday, el Juventus, el Lazio y la Real Sociedad, donde jugó por dos épocas (1996-1999 y 2001-2007) y se coronó como el tercer máximo goleador de la historia del equipo (110 tantos en 319 partidos, sólo superado por Satrustegi y López Ufarte). Tampoco falló con la selección yugoslava (10 dianas en 55 partidos), donde participó en el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. "Tiene una buena carrera", interviene Valverde; "por eso, dentro de la gravedad del asunto, es una suerte que se lo hayan detectado ahora porque podría haber tenido un susto". Bajo la supervisión de Tamatopoulos y Eduardo Escobar, jefe de los servicios médicos de la Real Sociedad, Larma le intervino en las arterias. "El problema se le ha resuelto con un stent (dispositivo cilíndrico de malla metálica) y el resultado es excelente", anunció el galeno desde la Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián.

Al poco tiempo de recuperarse de la anestesia, Kovacevic habló con Valverde. "Estaba afectado por todo pero muy sereno", describe el técnico. Todos los médicos, sin embargo, se lo aclararon al jugador. "Cualquier contusión que sufriera en la zona podría acarrearle resultados muy negativos para su salud. Lo lógico sería que se retirara", acordaron. Darko no se ha pronunciado al respecto, pero desde su entorno tildan de locura seguir en activo.

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