Contra el físico, la pelota

Tras la disputa de la Eurocopa de 2000, que se jugó a caballo entre Holanda y Bélgica, resultó muy habitual escuchar a Josep Guardiola gritar: "¡Vamos, vamos, que nos vamos!". Fue uno de los muchos legados que le dejó Camacho al entrenador del Barcelona, que hoy comparece en Pamplona, donde no gana desde la temporada 2004-05 (0-1, gol de Eto'o) rezumando elogios. "He tenido la suerte de haber disfrutado de Camacho como entrenador y es un honor para mí enfrentarme a un equipo preparado por él", dijo ayer Guardiola. "Me aportó mucho como entrenador y como le conozco sé que va a motivar a su equipo y que el partido será complicado", explicó.

Como entrenador del Rayo, Sevilla y Espanyol, Camacho se ha enfrentado 11 veces al Barcelona y no ha ganado nunca. Le encara desde lejos, porque el Barcelona es el líder, con 44 puntos, y Osasuna el último, con 13, pero el dato parece no importarle demasiado a Guardiola ante el pulso que dirimirán hoy en el Reyno de Navarra (21.00, C+). "Nunca miro la clasificación. Osasuna tiene amor propio y alma, Osasuna nunca da un partido por perdido" dijo Guardiola, cuya valoración supera la mano de Camacho: "En El Sadar no gana cualquiera, es un campo que genera respeto. Dos equipos tan fuertes como el Deportivo y el Villarreal no pasaron del empate. Osasuna tiene argumentos que le hacen un equipo históricamente muy reconocible". Reconoció que la forma de jugar de Osasuna incomoda al Barcelona. "Son muy directos, meten muchos centros, presionan muy arriba y su estrategia es buena", destacó.

"Tienen amor propio y alma. En Pamplona no gana cualquiera", afirma el técnico

Estadísticamente, Osasuna es el segundo equipo que más balones mete en el área rival (586), sólo superado por el Barcelona (603), el que más centros realiza jugando de local (320), por detrás del Athletic (355), y el segundo que más llega al área contraria de todo el campeonato (642), otra vez únicamente superado por el Barcelona (744). Será por eso que Guardiola llenó de elogios al equipo de Camacho. "Osasuna juega bien y no especula, ya lo hacía con Ziganda antes de que fuera destituido. Es un equipo muy ofensivo", insistió en su análisis el entrenador del Barcelona, que dijo no estar preocupado porque los elogios hayan afectado a sus futbolistas, pero reconoció que cuando el equipo juegan mal "antes que al rival, miro a mi equipo".

Ante un partido que se intuye tosco por la intención de Osasuna de meterle nervio al juego y por el estado del terreno de juego, Guardiola instó a su equipo a coger la pelota: "Depende de nosotros que sea un partido agresivo. Hay que estar más rápidos que nunca moviendo el balón si no queremos que sea un partido físico. Es un campo grande, aunque no lo parezca". En consecuencia, durante el entrenamiento de ayer -como siempre a puerta cerrada- abundaron los ejercicios destinados a la salida y a la conservación del balón, dos aspectos que preocupan especialmente a Guardiola, consciente de que Osasuna presiona y roba muy arriba -tiene las mejores estadísticas como local, otra vez por detrás del Barcelona- y necesita muy poco para llegar al área.

La expedición del Barcelona viaja hoy mismo a Pamplona -"he hablado con Tomás Molina (el hombre del tiempo en TV-3) y me ha dicho que no nevará", bromeó el entrenador- y lo hace con Valdés, Xavi -cumple 300 partidos en Primera- Eto'o y Gudjohnsen. Antes, Guardiola insistió en que no es momento para dejarse llevar por los elogios -"me gusta que la gente esté orgullosa de nosotros, pero no es momento de golpes en la espalda y de mirarse al espejo, queda mucho"-; consideró "absurdo" que se les exija Liga, Champions y Copa del Rey -"en 111 años de historia nadie lo ganó"- y defendió a Kanouté: "Me parece una desmesura la sanción. Es libre de expresarse y lo hizo de manera muy respetuosa".