Cassano funde al Sevilla

El Sevilla y el Sampdoria se jugaban la clasificación para los dieciseisavos de la Copa de la UEFA. Y respondieron como se merecía la ocasión. Con un encuentro trepidante desde el silbato inicial, en el que las visitas al área rival fueron una constante. El Sevilla impuso el criterio y el juego, pero fue el conjunto italiano, quien llevado en volandas por los gritos de su afición, consiguió el premio en una de esas visitas.

Pese a que un punto le garantizaba el pase a la siguiente ronda, el cuadro de Manolo Jiménez se lanzó a por el gol que le diera tranquilidad. Sin embargo, el primer golpe vino del lado del Sampdoria. Pieri cazó un balón en el balcón del área que obligó a estirarse a Palop. El Sevilla no se arredró, se apoderó del balón y encaró el partido con el ánimo del vencedor. Y eso que los cinco hombres con los que Walter Mazzarri pobló el centro del campo dificultaban la labor de construcción de Maresca. El italiano no perdió la serenidad y optó por retrasar su posición y dejar que Fazio, su pareja ayer, se incorporará al ataque. Sus llegadas a la caseta de Castellazzi se sumaron a las internadas de Adriano y Jesús Navas. Pegados a la cal, los dos extremos acribillaron a centros el área del Sampdoria, pero sin resultado.

El ex madridista estuvo hiperactivo y llevó de cabeza a Escudé y Prieto

El conjunto genovés devolvió los envites del equipo de Nervión a través de la hiperactividad de Cassano. El ex del Madrid estuvo en todas partes, siempre dispuesto a llevar de cabeza a Escudé y David Prieto. Precisamente, entre los centrales sevillistas se coló Sammarco para disparar a bocajarro a Palop, que estuvo rápido para blocar.

El intercambio de golpes continuó tras el descanso. El Sevilla avisó con un latigazo de Jesús Navas. El Sampdoria vio las orejas al lobo, porque el empate no les servía para nada. Así que hicieron lo que cualquiera hubiera hecho. Abalanzarse en tromba hacia el área rival. Palop tuvo que sacar el brillo a sus guantes. Primero ante Sammarco, y luego frente a Belluci. Sin embargo, nada pudo hacer cuando Bottinelli empujó el cuero con el pecho y lo envió al fondo de la red.

Quedaba un cuarto de hora. El Sevilla buscó la épica de otras ocasiones. Pero el conjunto italiano puso un doble cerrojo en la defensa. Ni las incorporaciones de Palop al ataque dieron esta vez resultado. El Sevilla decía adiós al sueño de su tercera Copa de la UEFA.