Cor Coster, consejero de futbolistas

La llegada de Johan Cruyff al Barça cambió el fútbol español. Corría el año 1973 y el club azulgrana llevaba 14 años sin ganar una Liga. Cruyff era toda una figura en el Ajax, con el que había ganado tres copas de Europa consecutivas. Su fichaje por el Barcelona parecía una quimera pero se hizo realidad gracias, básicamente, a dos hombres: Armand Carabén, el ex gerente del Barcelona, y Cor Coster, el suegro del propio delantero holandés. Cruyff se había casado el 2 de diciembre de 1968 con Danny, la hija de Coster, representante de la conocida firma de diamantes Coster Diamonds.

Las negociaciones que hicieron posible el fichaje de Cruyff por el club azulgrana fueron arduas y la amistad de Coster con Jaap van Praag, presidente del Ajax, decisiva para que cristalizaran. El Barça pagó 60 millones por el traspaso y finalmente la conexión holandesa posó para los fotógrafos: Rinus Michels, el entrenador azulgrana, brindó junto a Cruyff, Carabén y Coster. El suegro del "holandés volador", como entonces se conocía al 9 del Ajax, falleció el 13 de noviembre a la edad de 88 años en Ámsterdam, la ciudad donde nació en 1920.

Con Cruyff, el Barça ganó en el Bernabéu por 0-5 y se adjudicó por fin aquella Liga en 1974. Coster ya había participado en las negociaciones para el fichaje de Michels por el club azulgrana y se convirtió en el consejero de otros jugadores. Fundó una de las primeras empresas de representación en el mundo del fútbol, Interfootball, que llevó al Barça a Johan Neeskens. Coster estuvo a punto de conseguir que Van Basten, otro de los delanteros holandeses del Ajax que han marcado una época, fichara por el club barcelonista, aunque el Milan lo evitó.

Derechos de imagen

El propio Cruyff, el pasado lunes en su habitual artículo en El Periódico, glosó la figura de su suegro: "Yo le debo mucho y, aunque muchos no lo sepan, los futbolistas de hoy también le deben no algo sino mucho. Fue un pionero, un avanzado a su tiempo en la representación de futbolistas, incluido yo mismo. No enumeraré lo que hizo o dejó de hacer, pero de su cabeza salieron innovaciones que a día de hoy parecen de toda la vida. Por citar sólo una, los derechos de imagen de los futbolistas. Lo parió Cor. Un amigo en todos los sentidos".

Coster era muy popular en su país y conocido en Cataluña, donde pasaba largas temporadas. En 1978, después de la etapa de Cruyff como jugador del Barcelona, Coster intervino en su fichaje por el entonces boyante fútbol americano. Se enroló en las filas de Los Ángeles Aztecas y el Washington Diplomats, antes de regresar a España para jugar en el Levante, algunos años antes de que iniciara, en 1988, su etapa como entrenador del Barça. Coster siempre le apoyó y aconsejó.