Otro diluvio en Valderrama

A Seve Ballesteros se le cayó el alma al suelo aquella mañana de viernes de 1997 cuando descorrió las cortinas de la habitación y vio caer el diluvio sobre Valderrama. Tantos años esperando para llevar la Ryder a la soleada España, luchando contra gigantes, y llovía tanto que la jornada se retrasó y tuvo que pedirle a su ayudante, Miguel Ángel Jiménez, que entretuviera a los chicos con películas hasta que el campo escurrió toda el agua. Jiménez, entonces un treintañero al que Seve escogió porque conocía el terreno como su casa, aguantó ayer otro diluvio, otro viernes gris en Valderrama, esta vez como jugador, símbolo de un Volvo Masters que baja el telón después de 21 ediciones. Jiménez soportó el guiño del cielo como pudo durante cuatro hoyos a cada cual peor: bogey, doble bogey, bogey y triple bogey antes de irse a la casa club con la jornada suspendida por el chaparrón. El torneo se reanudará hoy con el pelotón apretado y puede reducirse a 54 hoyos, como en dos ediciones anteriores, o prolongarse hasta el lunes, cuando algunos jugadores pensaban volar a Shanghai.

Así que la conjura española quedó en vilo. Conjura entre los siete golfistas españoles (Sergio García, Jiménez, Fernández-Castaño, Lara, Quirós, Garrido y Larrazábal) para despedirse del Volvo Masters con un triunfo que acompañe a la solitaria victoria de Jiménez en 1999 en Montecastillo. Y para dedicárselo (como hizo Quirós en el Masters de Portugal) a Seve Ballesteros, el genio de la Ryder, el cántabro que sólo pudo ser segundo tras Nick Faldo en la primera edición, en 1988, y seis años después ante Bernhard Langer. La lluvia nostálgica trajo ayer más recuerdos de Seve a Valderrama -el irlandés Harrington se preguntaba hace unos días por qué no llamar al trofeo al mejor jugador del año, hasta ahora Harry Vardon, con el nombre de Severiano Ballesteros- y dejó a Sergio García, segundo a tres golpes del danés Kjedsen, como un león enjaulado sin poder salir.

El Niño, que ha sido tres veces segundo en Valderrama, acaba crecido un año de picos: ha ganado el Players y ha subido en la clasificación, pero sigue sin mojar en los grandes, perdió el desempate de la PGA y no funcionó en la Ryder. El Volvo, el HSBC en China y el torneo Sun City en Suráfrica son sus últimos golpes esta temporada para rebasar a Mickelson como escudero de Woods y cerrar el año como número dos del mundo. Lo conseguirá si gana en Sotogrande.

La lluvia, las calles encharcadas, estropeó también la fe de Larrazábal en ganarse el pase a los grandes del próximo año. Y eso que Valderrama chupa. "Si no se juega aquí", decían los jugadores, "no se juega en ningún sitio".

[Mientras, en Madrid, también lluvioso, el hospital La Paz emitió otro parte médico sobre el estado de Seve, ingresado desde hace tres semanas y tres veces operado de un tumor cerebral. "Está estable y su estado neurológico sigue evolucionando favorablemente", dice el parte. "Necesita seguir en Cuidados Intensivos"].

Clasificación. 1. S. Kjeldsen (Din), 65 golpes (seis bajo el par). 2. Sergio García, 68. 16. G. Fernández Castaño, M. Á. Jiménez y Pablo Larrazábal, 73. 27. I. Garrido, 74. 51. J.M. Lara, 77. 55. Álvaro Quirós, 78.