Fidalgo no lo tiene seguro en CC OO Ignacio

El próximo Congreso Confederal de Comisiones Obreras, que se celebrará entre el 17 y el 20 de diciembre, va a ser más caliente de lo que se presumía. Cuando todo indicaba que José María Fidalgo iba a tener una reelección pacífica para su tercer y último mandato como secretario general del sindicato, en los últimos días ha crecido con ímpetu la posibilidad de que le dispute dicho cargo Ignacio Fernández Toxo, actual secretario de Acción Sindical y Políticas Sectoriales y miembro de la corriente mayoritaria que encabeza el propio Fidalgo. La presentación de los rivales en el anterior congreso, Agustín Moreno y Rodolfo Benito, está descartada desde hace meses.

La posible presencia en la batalla electoral del dirigente gallego, uno de los pesos pesados de la organización desde los tiempos en que era secretario del Metal, no deja de sorprender. No obstante, es un hombre con fuerte carisma que ha discrepado en varias ocasiones con las decisiones de Fidalgo en materia organizativa y de estrategia. La más llamativa fue su oposición a que el conflicto por la celebración del Congreso de Comisiones de Cataluña, que se celebrará antes que el Confederal en contra del criterio de la Ejecutiva, se dirimiese en la Comisión de Garantías como propuso el secretario general. Con Toxo votaron otros miembros del secretariado, lo que reflejaba la quiebra.

Quizá fuese ese episodio y las derivaciones que tuvo posteriormente lo que provocó el definitivo empujón para que Toxo tomase en consideración la posibilidad de presentar su candidatura. Le queda muy poco tiempo para tomar la decisión. Aunque no hay un plazo fijado para presentarla, se considera que desde el momento en que comience el proceso precongresual, a principios de noviembre, se da por cerrada la ventanilla. Pero no quiere meterse en aventuras si no constata que tiene posibilidades reales de salir elegido, según se asegura en su entorno. Por eso es fundamental el desarrollo de las conversaciones para recabar apoyos que mantiene con las organizaciones territoriales y sectoriales próximas a los otros dirigentes, así como otras de la línea mayoritaria que comulgan con sus principios, como puede ser el Metal.

En ese sentido, se da por seguro el respaldo del sector que encabeza Rodolfo Benito, que podría formar parte de la lista congresual de Toxo. (A Benito le apoyaron en el anterior congreso Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha, Alimentación, Actividades Diversas y Construcción). Circunstancialmente, también contaría con el apoyo del sector que siguió a Moreno (Baleares, Asturias, La Rioja y los pensionistas), aunque se han ido diluyendo durante este mandato. Además, Toxo aglutina a afiliados descontentos con algunas actitudes y manifestaciones de Fidalgo, que consideran discrepantes con los ideales de la izquierda sindical.

Con ese bagaje, Toxo encontraría el camino más allanado para formalizar la alternativa: de los 29 miembros de la Comisión Ejecutiva, 5 pertenecen a la corriente de Benito; otros 5, a la de Moreno, y 19 a la mayoritaria, de los que por lo menos una cuarta parte le apoyarían.

Pero eso es ahora. En el congreso de diciembre se elegirá una nueva ejecutiva y, en una elección paralela, al secretario general. En las primeras se votan listas cerradas de 29 miembros y, en el caso de que haya más de una lista, se eligen de forma proporcional a las votaciones de los 1.001 delegados. La elección del secretario general se hace por mayoría. Posteriormente, el secretario general elige su secretariado, que lo forman 16 miembros, incluido él.

Los 1.001 delegados proceden de las organizaciones territoriales y federaciones sectoriales. Las más numerosas son Andalucía y Cataluña, seguidas de Madrid y País Valenciano; mientras que en las federaciones son el Metal, Comunicación y Transporte y Administraciones Públicas, por este orden, las más importantes.

Lo que parece claro, en todo caso, es que si al final Toxo decide no presentarse será difícil que Fidalgo, que está al cabo de la calle del intento de disputarle la Secretaría General, le incluya en su lista, por lo que quedaría fuera de la Ejecutiva. También se descarta que haya un pacto de última hora, como ocurrió hace ocho años, cuando Toxo retiró su candidatura y se alió con Fidalgo.