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Crónica:Octava jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Insaciable Barça

Los azulgrana se superan con una hermosa goleada frente a un atrevido Almería

Ramon Besa

La novena victoria consecutiva fue todavía mejor que la octava, de la misma manera que la séptima tuvo más mérito que la sexta por no recordar la quinta. Ayer quedó sepultado incluso el mal trago del inicio de Liga ante el Numancia porque el mismo equipo que salió trasquilado de Soria atropelló al Almería. Los triunfos se suceden de forma imparable en el Barça. El equipo se supera en cada jornada. Cada partido parece más bonito, cada gol resulta más hermoso, cada jugada es más perfecta. Insaciables, los barcelonistas corren al encuentro de las grandes escuadras necesitados de fuertes emociones, deseosos de espantar un tortuoso pasado. Avanza el Barça de forma vertiginosa. Ha nacido un equipo espectacular, deliciosamente juvenil y, como tal, atrevido y divertido. A la espera de medir su competitividad en duelos de verdad, el mejor fútbol ha regresado al Camp Nou. Nadie juega con la rapidez y precisión del equipo de Guardiola.

BARCELONA 5 - ALMERÍA 0

Barcelona: Valdés; Alves (Víctor Sánchez, m. 71), Puyol, Márquez, Abidal; Xavi, Touré (Hleb, m. 57), Iniesta; Messi, Eto'o y Henry (Bojan, m. 64). No utilizados: Pinto; Cáceres, Piqué y Busquets.

Almería: Diego Alves; Bruno, Carlos García, Pellerano, Guilherme (Ortiz, m. 86); Julio Álvarez, Soriano, Corona; Juanma Ortiz (Natalio, m. 80), Crusat (Mané, m. 46); y Negredo. No utilizados: Esteban; Uche, Chico y Juanito.

Goles: 1-0. M. 4. Eto'o. 2-0. M. 12. Henry. 3-0. M. 20. Eto'o. 4-0. M. 23. Eto'o. 5-0. M. 36. Alves.

Árbitro: Pérez Burrull. Mostró la cartulina amarilla a Crusat, Juanma Ortiz y Soriano. La roja, directa, a Negredo (m. 29).

63.560 espectadores en el Camp Nou.

Más información
Eto'o logra el 'triplete' más rápido

Puestos a contar triunfos de carrerilla, a Guardiola le dio por alinear el mismo equipo que ha perdido el único partido desde que comenzó la Liga, una decisión que parecía estar en consonancia con la conferencia de prensa que el técnico ofreció en la víspera, cuando advirtió de los peligros del campeonato y de la necesidad de rebajar la euforia barcelonista, tan desbordada que ya se anuncian comparativas con el dream team. Anoche, sin embargo, quienes se quedaron secos en Los Pajaritos golearon al Almería nada más salir a la cancha. Juega ahora el Barcelona a la velocidad de la luz, tenso y agresivo en la defensa y luminoso y vertical en el ataque, efectivo en el remate, incontenible, como si le fuera el partido en cada disparo.

Al Almería le perdió la grandeza con la que planteó el choque. Arconada ha armado un equipo de muy buen ver, competitivo en la defensa y el centro del campo, con un portero interesante y un excelente ariete. Tiene pose y mecánica de juego, argumentos insuficientes en cualquier caso para combatir al Barcelona. A la media hora, Diego Alves ya había recibido cuatro goles y Negredo era expulsado por una entrada al tobillo de Márquez mientras hasta tres zagueros se preparaban en la banda. Los azulgrana rebosan confianza y los goles caen desde todos los lados, son de todos los colores y pertenecen a todos los futbolistas. La inercia es tan positiva que hasta marcó Alves y Henry fue ovacionado al ser sustituido por Bojan.

Alves transformó un libre directo después de que Henry embocara una asistencia de Messi y Eto'o firmara un triplete que le sitúa en números de récord: 18 tantos en 17 partidos. Así de natural actuó ayer el Barcelona. El mediocentro (Touré) dio velocidad a la pelota, los volantes (Xavi e Iniesta) elaboraron el juego y el delantero centro (Eto'o) puso los goles mientras que Messi ejercía de pegamento, combinando con unos y con otros, desequilibrando y acelerando al llegar al área. Se defendían fuerte los zagueros, apretaban los medios para acortar el campo y resolvía la última línea. El jugador franquicia volvió a ser Iniesta. Desde su antigua posición de interior, el manchego tiró el hilo del juego y se adornó con un surtido de regates sublimes, especialmente el que provocó la jugada del segundo gol, muy parecida a la del tanto que metió con la selección española a la belga.

Aunque Iniesta repitió la acción a la salida del descanso, el partido se paró con el 5-0. El impacto que provocó el fútbol del primer acto fue tan solemne que bien se podía haber anulado la segunda parte, reservada para la rueda de cambios y para cosas menores, además de contar alguna que otra patada a destiempo. El recuerdo de los goles se imponía al juego del Barcelona y el del Almería, que se puso mucho más serio y se defendió de manera más firme. Pese a que se mantuvieron concentrados en la defensa, los azulgrana aflojaron en el despliegue ofensivo. El interés se centró exclusivamente en los arietes, especialmente en Bojan, agasajado por la hinchada, que le tiene un cariño especial. Al delantero centro, sin embargo, le faltó munición para coronar una noche preciosa por los goles contados, unos de bricolaje y otros de salón, expresión inequívoca del buen fútbol del Barcelona.

Los jugadores del Barcelona celebran uno de los goles de Eto'o.
Los jugadores del Barcelona celebran uno de los goles de Eto'o.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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