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Reportaje:Vuelta al Mundo de Vela

"De repente, un crac"

El 'Telefónica Azul' debe volver a tierra y es penalizado con 12 horas tras la rotura de una pieza del timón a sólo 20 millas de la salida

Juan Morenilla

"Llevábamos una velocidad muy buena, pero, de repente, escuchamos un crac". Los barcos más resistentes apenas habían navegado 20 millas (37 kilómetros) en la primera etapa de la Vuelta al Mundo de vela cuando en el cuartel general de la organización saltó la alarma. El Telefónica Azul, uno de los dos españoles que zarparon el día anterior desde Alicante, se había roto. El crac era la rotura de la mecha del timón, una de las piezas que lo unen a los mandos de la embarcación, debido al temporal. Y dejó al velero que patronea Iker Martínez con sólo un timón útil (hay dos a bordo) y un ritmo de navegación más lento durante seis horas pese a que Xabi Fernández y Pepe Ribes intentaron solucionar la avería.

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El 'Telefónica Azul' regresa a la competición

El Telefónica Azul debió volver anoche a tierra, al puerto de Algeciras, para ultimar durante la noche la reparación del barco mediante soldaduras. Esta mañana estaba previsto su regreso al mar rumbo a Ciudad del Cabo con 60 millas (111 kilómetros) perdidas y 12 horas de penalización que recibirán al llegar a la primera meta por recibir ayuda externa. "¡Qué día para empezar! Nos dimos cuenta de que el problema venía del sistema de navegación. Se nos fue el barco y tumbamos", explicó el director deportivo del equipo, el danés Bouwe Bekking. La desventaja no fue mayor porque el viento perdió intensidad. Los suecos del Ericsson 3 eran los primeros al paso por el estrecho de Gibraltar.

Pese a firmar un contrato exclusivo con el diseñador Bruce Farr y de invertir casi 25 millones de euros en cada embarcación, el conjunto español sufrió el primer percance a las primeras de cambio como ya le sucedió en la edición anterior (2005-06). Entonces, en la salida desde Vigo, el Movistar sufrió una avería en el timón y la quilla que les obligó a retirarse de la etapa. Los problemas mecánicos se sucedieron en seis etapas de la competición, aunque no impidieron la primera victoria parcial de un equipo español. En la séptima etapa, una rotura en la unión de la quilla con el casco dejó al barco hundido en el fondo del océano Atlántico.

Pepe Ribes repara la mecha del timón.
Pepe Ribes repara la mecha del timón.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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