"Veo la jugada antes de que llegue. No actúo por actuar"
Sorprende la madurez de Juan Manuel Mata, que se expresa con una sensatez inusual en un futbolista de su edad. Él lo atribuye a haber volado de casa a los 15 años, cuando se fue a vivir a una residencia del Real Madrid. Y a haber vivido solo, sin más compañía que la de otro chico que venía con él del Oviedo, Diego Álvarez, ahora en el Madrid C. Nacido en Burgos, donde jugaba su padre, Mata se siente asturiano como su familia. Y a los 20 años ya no es el delantero bullicioso que llegó a Mestalla despreciado por el Madrid. No. Ahora es un centrocampista que, desde la izquierda, defiende, ataca y empieza a ganar partidos para el Valencia. Mientras, sigue sus estudios de tercero de INEF y Marketing en la universidad privada Camilo José Cela.
"Emery ha venido a crecer al Valencia y nos transmite compromiso, humildad y respeto"
"No es el momento de mejorar mi contrato. Quiero jugar y estar cómodo. No me quejo"
Pregunta. En el Madrid pensaban que no tenía suficiente gol para ser delantero.
Respuesta. Nunca me dijeron eso. En la cantera, jugaba de segundo punta y marcaba goles porque ganábamos casi siempre. En el filial, hace dos años, jugué por la izquierda y marqué 10 en Segunda.
P. ¿Con quién coincidió en el Madrid B?
R. Con Granero, De la Red, Negredo, Borja Valero, Sergio Sánchez, Codina, Javi García...
P. ¿Y ese equipo bajó a Segunda B?
R. Sí, lo bajamos.
P. ¿Por qué hay tantos jugadores de la escuela madridista esparcidos por la Liga?
R. El paso del Madrid B al Real Madrid es muy difícil porque el primer equipo ficha a grandes nombres. También hay muy buenos entrenadores e instalaciones, y se enseña muy bien.
P. ¿Hay un boom de las canteras?
R. Debería haberlo, porque hace unos años fueron desatendidas y quizá la conquista de la Eurocopa las haya revitalizado.
P. Llegó al Valencia el curso pasado y el entrenador de entonces, Quique Flores, pensó que estaba verde y quiso cederlo.
R. Es difícil llegar con 18 años al Valencia y hacerte un nombre rápido. El club me dijo que iba a tener pocos minutos, pero me permitió que decidiera yo. Decidí quedarme y me respetaron.
P. ¿Cómo se adaptó a esa demarcación en la que está triunfando: de volante izquierdo?
R. Intenté fijarme en mis compañeros de esa posición, Vicente y Silva, en sus movimientos. Y me di cuenta de que me iba saliendo. Fui teniendo más resistencia y más recorrido.
P. En la mayoría de sus goles [nueve la temporada pasada y cuatro en ésta] coloca la pelota en vez de tirar a romper. ¿Por qué?
R. Desde pequeño vengo definiendo así. Es instintivo, sin pensar. Por ejemplo, cuando recibo el pase de Villa [el domingo ante Osasuna], me sale empalmar el balón y cruzarlo. No lo pienso.
P. ¿Qué le vio Koeman?
R. Mucha ilusión y muchas ganas de ayudar. Todos empezamos de cero y yo llevaba unos meses sin jugar. Me retrasó la posición y empecé a mejorar en defensa y a sentirme más cómodo.
P. ¿Qué aprendió de él?
R. Aprendí a jugar en una nueva posición y también de su golpeo de balón, que, pese a la edad, sigue siendo impresionante. Un día, nos quedamos Sunny y yo a entrenar con él y era imposible imitarle. Le pega con el pie plano y la mete donde quiere.
P. ¿En qué se diferencian Quique, Koeman y Emery?
R. Quique y Emery se parecen porque son más tácticos, de balón parado y de juntar las líneas. A Koeman le gustaba más el toque y el contacto con el balón.
P. ¿Y por qué cayó tan mal?
R. Quizá porque no tuvimos resultados y el club pasaba por circunstancias difíciles.
P. ¿Con Emery hay tan buen rollo como aparenta?
R. Sí, porque hay buenos resultados y el club se ha estabilizado. Emery ha venido a crecer al Valencia y nos ha transmitido valores como el respeto, la humildad y el compromiso. Es importantísimo que haya buen ambiente.
P. Villa, por cierto, parece que siempre vaya buscándole en el campo. ¿Es algo previsto?
R. No, somos, junto a Silva, jugadores a los que nos gusta asociarnos y congeniamos mucho.
P. ¿Y cómo tenía el tobillo izquierdo Villa tras el partido?
R. Amoratado, dolorido. Estamos más que agradecidos con él porque, al final, su participación fue decisiva, con ese pase maravilloso que me dio.
P. A Villa y a Silva les han duplicado sus contratos hace poco. ¿Cuándo piensa pasarse por caja?
R. No creo que sea el momento ni lo más importante. Quiero jugar y estar cómodo. No me quejo. Me quedan cuatro años.
P. ¿Cuál es su principal virtud?
R. Pensar antes de que me llegue el balón y tener mucho movimiento. No actúo por actuar. He visto la jugada antes.
P. ¿Y el mayor defecto?
R. La pierna derecha y la cabeza. Messi y Agüero han marcado últimamente de cabeza, demostrando que es más importante la colocación y el movimiento que la altura.
P. ¿Cómo jugaba su padre?
R. Fue un extremo izquierdo más rápido y más chupón que yo. Más parecido a Vicente que a mí.
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